Los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte

Declaración de constitución de la Plataforma de Madrid Contra la OTAN y las Bases

Los centros de poder del imperialismo euro-estadounidense han decidido resolver esta profunda crisis capitalista aplicando la versión actualizada de los mismos procedimientos que usaron en otras épocas: una masiva destrucción de capital y la guerra.

La OTAN y las Bases militares, brazo armado del imperialismo, se ha erigido en organismo rector de la gran reconfiguración del capitalismo, necesaria para que sus oligarquías sigan detentando el poder.

La guerra de la OTAN contra Rusia, con el pretexto de Ucrania, es el estallido de un proceso de cerco militar al país euroasiático que ha regido el desarrollo de la organización atlántica desde su creación en 1949 (6 años antes que el Pacto de Varsovia) y que no ha hecho más que acelerarse desde la desaparición de la URSS. La extensión de la OTAN, además, ha estado vinculada al crecimiento del fascismo, directamente financiado, organizado y armado por ella, como se está viendo en Ucrania, pero no sólo allí.

La enorme crisis, unida a la gigantesca concentración de capital en los grandes Fondos de Inversión (accionistas mayoritarios de todas las grandes empresas mediáticas, farmacéuticas, agrícolas, armamentísticas y de los grandes bancos) ha sido aprovechada por EE.UU para acercarse a su gran objetivo histórico: romper todo tipo de lazos económicos, comerciales, culturales, etc. entre la UE y Rusia.

La imposición de sanciones a Rusia ha sido el instrumento perfecto para hundir la economía europea como resultado de unos precios disparados de la energía, de la falta de otras materias primas y de unos tipos de interés inasumibles para muchas empresas y para la población general. Todo ello mientras EE.UU se adueña de los mercados europeos con la colaboración de los gobiernos de todo color político, encabezados por el de PSOE-Unidas Podemos, el primero en el ranking de mejor lacayo de Washington.

En resumen, estamos ante una descomunal transferencia de rentas en dos direcciones: desde la clase obrera a la burguesía y desde Europa a EE.UU.

Todo este desmoronamiento de las condiciones de vida de millones de personas, consecuencia directa de la carestía de la vida y del desempleo masivo, es un polvorín social cada vez más imposible de contener con la demonización de Rusia, machaconamente repetida en los medios de comunicación.

La militarización de la sociedad, el incremento de la represión y de los mecanismos de control social (véase la nueva Ley de Seguridad Nacional) y la instauración de una censura cada vez más férrea de todo lo que no sea propaganda de guerra (en mayo pasado se creó un “ministerio de la verdad” dirigido por el general Ballesteros), tiene en la OTAN y las Bases militares su clave de bóveda. Uno de los ejemplos más sangrantes es el del periodista Pablo González, preso e incomunicado en Polonia, país de la UE, desde hace más de seis meses sin juicio, ni acusación, rodeado de un gran silencio mediático y sin que se conozca actuación alguna por parte del Gobierno. La denuncia del caso y la lucha por su libertad será una de nuestras tareas más importantes.

Si miramos a la historia, con algunos ejemplos muy recientes, veremos con claridad para qué sirven los ejércitos y las llamadas “fuerzas del orden” en tiempos de profundas crisis sociales.

A escala internacional, tampoco caben muchas dudas de hasta qué punto ningún tipo de consideración humana detiene a una organización directamente responsable de la muerte de millones de personas y de asolar países para robar sus recursos, hegemonizada por EE.UU, el único país del mundo que ha utilizado bombas atómicas, lanzándolas sobre dos ciudades indefensas.

Ante la gravedad de la situación y para intentar acumular todas las fuerzas necesarias para enfrentarla se ha constituido la Plataforma de Madrid Contra la OTAN y las Bases. Otro tanto se está haciendo en otros territorios del Estado español con la voluntad de confluir en una Coordinadora Estatal y con el objetivo de reavivar la llama antiimperialista que hace algunas décadas impregnó a la mayoría de la población trabajadora y de que prenda en una juventud que tiene más razones que nunca para luchar por su futuro.

Y animamos a todas las personas y organizaciones que, radicadas en esta Comunidad, sean conscientes de la gravedad de la situación, a participar de nuestros esfuerzos y a contribuir en la medida de las posibilidades de cada una, poniéndose en contacto con nosotros a través del correo electrónico madrid_cob@riseup.net.

Madrid, a 20 de septiembre de 2022

Plataforma de Madrid Contra la OTAN y las Bases.

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