TRANSPARENCIA Y DEMOCRACIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Es necesaria e imprescindible la celebración urgente de un Congreso Extraordinario que resitúe al Partido Comunista de Canarias en la realidad canaria.

Parece que, si algo se resiente en tiempos de pandemia, aparte la salud, la física y la psíquica, amén de la sacrosanta economía, son la transparencia y la democracia de los procesos de debate y votación en los diferentes partidos.

En las últimas horas, días, ha saltado a los medios la queja de una de las candidaturas a las primarias de Podemos Canarias, la denominada “En Canarias Podemos” que, según recoge elDiario.es, exige se le facilite el acceso al censo, el computo de votantes y los votos que puedan ser rechazados.

También se lamentan, desde esta candidatura, de que el control de la votación y el funcionamiento del sistema de voto telemático esté, en exclusiva, en manos del Secretario de Organización de Podemos, quien ha manifestado su simpatía y apoyo a la otra candidatura en liza. Firman la petición 1.456 inscritos e inscritas.

Los males, déficits de transparencia y democracia, que afectan a las primarias de Podemos, son similares a los que han alterado al reciente proceso desarrollado en el PCE de la Conferencia Política, que tuvo lugar entre los días 2 y 5 de este mes de octubre.

Como el mal de muchos no consuela a nadie, conviene para no pasar de tontos, al menos, dejar constancia aquí de algunos de los males, déficits críticos, pero relativamente fáciles de subsanar, que ha padecido la reciente y ya concluida Conferencia Política del PCE.

Al igual que en las primarias de Podemos, son el control unipersonal del sistema de voto telemático o la ausencia de un órgano de supervisión los que empañan la necesaria calidad democrática y transparencia de esta Conferencia Política, aspectos que subsanados -habilitando, por ejemplo, una “comisión electoral” con participación, al menos, de militantes de aquellas organizaciones de nación o región que presenten enmiendas a la totalidad- redundarían en más democracia y transparencia.

En Canarias no se celebró la necesaria y preceptiva Conferencia Nacional que se sustituyó -desconocemos quién o qué órgano tomó la decisión- por reuniones insulares, de las que ignoramos cuál es su encaje, si lo tienen en los estatutos, ya que explícitamente en las Normas y Calendario, se especificaba que: «Las Organizaciones Territoriales del PCE celebrarán conferencias regionales o de nacionalidad para ordenar el debate…».

De manera inesperada y sorpresiva se arbitró, no sabemos por quién/cuándo/cómo/qué órgano, o con qué criterios, un reparto del número de delegados/as a nivel de islas, exclusivamente Gran Canaria (1) y Tenerife (2) a pesar de que en las normas se concretaba que: «La elección de los delegados/as se efectuará en las distintas Conferencias de organizaciones de nacionalidad y región».

Según las normas del Comité Central de 4 abril 2020, el debate y aprobación de las enmiendas, por cada organización nacional o regional, se enmarcaba en el seno de una Conferencia de igual ámbito. En Canarias se dieron por debatidas y aprobadas a nivel insular sin evento conferencial lo que, además de vulnerar la norma, constituye un ejercicio de pura contradicción para un partido radicalmente contrario al insularismo y que aspira a ser la vanguardia de toda la clase obrera canaria.

La ausencia de participación/debate, votación de enmiendas y elección de delegados/as en una Conferencia Nacional Canaria, no solamente conculca las normas del Comité Central de 4 de abril, sino que, además, entra en contradicción con principios básicos del Partido Comunista como son el centralismo democrático, que se fundamenta en el «debate participativo», o el de la democracia interna que exige la «libre participación de la militancia en el debate» – artículo 18 y 19 Estatutos-.

A la ya comentada parálisis del Comité Nacional del Partido Comunista de Canarias por ausencia política y orgánica que dura ya 24 meses, hay que añadir hoy este cúmulo de irregularidades con la no celebración de la Conferencia Nacional del PCC como culmen y origen de todas ellas, penúltima muestra de la inoperancia e incapacidad de un Comité Nacional del PCC desaparecido, que hacen necesario e imprescindible la celebración urgente de un Congreso Extraordinario que resitúe al Partido Comunista de Canarias en la realidad canaria.

José Molina Ramírez.

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