Revertir el desmantelamiento de la sanidad pública andaluza

El autor avisa sobre el “peligro” de la privatización de la sanidad pública andaluza ante un evidente deterioro, muy especialmente en Atención Primaria.

No creo ser alarmista si afirmo que el peligro de privatización de la sanidad pública andaluza ya no lo es sólo de futuro sino una realidad de hoy y ahora como demuestra su evidente deterioro, muy especialmente en Atención Primaria, sin olvidar los cierres de servicios (el reciente de salud mental del Hospital de Osuna es un ejemplo) y plantas hospitalarias, el colapso de las urgencias y los recortes presupuestarios en material y plantillas.

Esa fría y perversa estrategia que viene desarrollándose y de la que son abanderados las Comunidades gobernadas por el PP y sus aliados políticos de la ultraderecha (especialmente evidente en Andalucía, Madrid y Murcia) está consiguiendo sus objetivos: desmantelar la Sanidad Pública, abrir espacio (por necesidad de atención) a la privada y, en definitiva, transformar lo que es un derecho universal en un negocio.

Las colas en los centros de salud, la colmatación de las urgencias y la tardanza en las citas de atención primaria, son lamentable prueba de lo que afirmo y por ello es tan importante la reciente y aún en desarrollo, iniciativa que 90 alcaldes y alcaldesas de la provincia de Sevilla han tomado con el título y objetivo de Recuperar la Sanidad para mantener la Salud constituyendo una Plataforma que ha empezado a divulgarse en la intención de sumar la comprensión y complicidad de cargos públicos, sindicatos, mareas, entidades sociales de todo tipo y ciudadanos para, con la mayor voluntad unitaria, y desde la alternativa de modelo y la movilización social revertir el progresivo e inaceptable desmantelamiento de la sanidad pública andaluza.

Una iniciativa que camina en la dirección correcta y que para conseguir su propósito debe interpelar a todos los grupos municipales en la oposición de cada municipio para que, al menos, sus portavoces puedan sumarse a dicha Plataforma, conectarse con los movimientos sociales y/o espacios unitarios que llevan mucho tiempo convocando movilizaciones, como Marea Blanca, los Sindicatos y entidades de usuarios, vecinales, de pacientes etc., para desde la máxima unidad social de quiénes defienden la sanidad pública, conseguir su objetivo.

Es posible que desde distintas fuerzas políticas y grupos que operan en el campo de la salud pueda sostenerse que no es necesario intervenir en defensa de nada porque nada está en peligro y aún siendo respetable tal posición, desde luego no se compadece con la realidad tal como los apuntes críticos, al comienzo de este artículo, muestran.

Colas en el centro de salud de Alcosa, en octubre de 2020. Fuente: Diario de Sevilla 24.01.22

No obstante y aunque la evidencia del deterioro no lo requiera, basta añadir algunos datos que así lo confirman para entender que el cambio de modelo de salud, desde lo público a lo privado, está en marcha y obedece a una fría y perversa estrategia, como decía, y cuya planificación se sostiene por fases: primero recortes presupuestarios, después desatención y caótica gestión en la atención primaria con el lógico colapso de las urgencias en hospitales y, finalmente, empeoramiento de las condiciones de trabajo y salario del personal de la sanidad pública unido a la expulsión, como ha sucedido, de 8.000 profesionales que fueron contratados para reforzar la asistencia como consecuencia de la pandemia…pandemia que, desgraciadamente, continúa y que por cierto si algo ha evidenciado es la necesidad de lo público, lo común, la necesidad de un estado fuerte que proteja a la mayoría social, y dentro de ella, muy especialmente, a los más desfavorecidos.

Hablaba de añadir algunos datos, por si hubiese dudas, respecto al programado desmantelamiento de la sanidad pública y su objetivo de cambio de modelo que no es otro que el regreso al de beneficencia y auto atención médica del siglo XIX y principios del XX, véase si no las recientes declaraciones de Díaz Ayuso (el gran hospital de Madrid está en el domicilio de los madrileños, nos dice).

Así vemos (datos de 2020) como en la sanidad pública andaluza hay 23.399 médicos y médicas, 2,8 facultativos por cada 1.000 habitantes (el promedio más bajo, después de Ceuta, de toda España y siendo la media estatal de 3,4), el sueldo neto de las y los profesionales andaluces está entre 148 y 509 euros por debajo de la media estatal y lo que aún es más incontestable, el negocio de los seguros privados de salud han facturado en 2021, 9.849 millones de euros, un 10,2% más que en 2019, llegando a superar los 11 millones (datos de 2020) de asegurados, de ellos 1.750.322 andaluces, siendo la tercera Comunidad por debajo de Madrid y Cataluña.

En este sentido y con estos datos quién no vea la relación directamente proporcional entre empeoramiento del sistema público y el crecimiento del privado o es que está ciego o es que es actor o cómplice de esa estrategia.

Por todo ello la constitución de la Plataforma de Alcaldes, su ampliación en los términos propuestos y decidida apuesta por revertir el desmantelamiento de la sanidad pública andaluza, con alianzas, pedagogía y movilización social, es un impulso de esperanza que hay que apoyar y profundizar para recuperar una Sanidad Pública, de Calidad, Universal y suficientemente dotada.

¡Nos va la salud y la vida en el empeño!

Antonio Rodrigo Torrijos

Texto publicado en Diario de Sevilla, 24.01.22

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