El terrorismo internacional y las condiciones de la guerra
La defensa de Julian Assange, mediante campaña internacional por su libertad inmediata e incondicional, forma parte de la preparación del Encuentro Internacional contra la guerra de abril en Madrid.
La paz y la libertad de los pueblos es el eje sobre el que se prepara el Encuentro Internacional en Madrid para los próximos 15 y 16 de abril.
La guerra se ha preparado desde los despachos de las grandes multinacionales y centros de poder. El terrorismo imperialista ha mostrado estar dispuesto a todo. Hace unos días que el periodista Seymour Hersh denunciaba que los buzos de la Marina de EEUU. habían llevado a cabo los atentados del pasado 26 de septiembre que volaron los gaseoductos que transportaban gas natural de Rusia a Alemania y que son propiedad de varios países y empresas rusas, alemanas, holandesas y francesas… De esta manera se atentaba contra Rusia y contra la economía europea en su conjunto.
Esta acusación pone en claro que, en un simulacro de ejercicio de entrenamiento militar, la Armada de los EEUU colocó potentes explosivos en los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 que fueron activados a distancia el 26 de septiembre. Atentado terrorista que se inscribe en el contexto de la guerra de Ucrania para hacer a Europa aún más dependiente de la economía norteamericana, mientras que hacía responsable de la voladura a Rusia. El Washington Post resumía el momento diciendo: «Rusia está abriendo un nuevo frente en su guerra energética contra Europa». El atentado militar daba continuidad a largos años de preparación de las condiciones de la guerra que arrancaron desde el mismo golpe de Estado en Ucrania de 2014 y que son las de la guerra imperialista, principalmente las de naturaleza política. El gendarme imperialista mundial sabe que tanto la opinión pública norteamericana como la del resto del mundo, no aceptarían un despliegue masivo de fuerzas de la OTAN con la preparación de un enorme ejército para intervenir directamente en la guerra de Ucrania.
La escalada premilitar tendente a crear las condiciones de la guerra está en marcha desde hace tiempo pero aún no ha conseguido una base política sólida, ni siquiera con la repercusión de sus actos terroristas. Como en su momento fueron los atentados del 11 de septiembre 2001, con los que pretendieron justificar la invasión de Afganistán, o las supuestas armas de destrucción masiva de Sadam Hussein con las que lanzaron la operación de «guerra contra el terrorismo». Estas provocaciones del aparato político-militar del imperialismo USA nos recuerda, como el periodista Julian Assange puso al descubierto, los documentos clasificados por el Departamento de Estado de Estados Unidos acerca de las falsificaciones que alimentaron las guerras de Irak y Afganistán, entre otras guerras. Assange lleva más de una década perseguido y encarcelado por dar a conocer ante la opinión pública internacional diversos acciones criminales de guerra de los EEUU.

La defensa de Julian Assange, mediante campaña internacional por su libertad inmediata e incondicional, forma parte de la preparación del Encuentro Internacional contra la guerra de abril en Madrid.
Las bombas contra la población civil sin trabajo y sin futuro no resuelven los graves problemas de la economía mundial, problemas relativos a la pérdida de derechos sociales, de quiebra del sistema económico y financiero que provoca recesión y que exige acabar con el dictado del Fondo Monetario y el Banco Mundial contra los trabajadores y pueblos del mundo.
La catástrofe de Turquía y Siria, donde falta de todo para ayudar a la población, nos debe poner en alerta para que todos los recursos de la humanidad sean dedicados a fines sociales, acabando con los planes militaristas y de guerra de los amos del mundo. Cerca de 30.000 personas muertas y un número indeterminado de víctimas siguen atrapadas bajo montañas de escombros después de dos terremotos descomunales. Millones de personas carecen en medio de la catástrofe de lo más elemental, y aún en la zona de Siria se mantiene una larga guerra que impide que llegue alguna ayuda.
Seguimos de cerca los acontecimientos de Perú. Los planes de las grandes empresas extractivistas son las que han empujado al golpe de Estado que ha metido en la cárcel a Pedro Castillo. La represión criminal que utiliza el marco de la constitución fujimorista y las leyes antiterroristas para asesinar a los hijos del pueblo debe ser frenada por la resistencia interna y la movilización internacional. ¡Por una jornada internacional contra la guerra! ¡Por la libertad y soberanía de los pueblos!
El apoyo moral y material de las grandes potencias a la represión policial y militar del gobierno golpista -empezando por nuestro propio gobierno- que sostiene la represión criminal de la oligarquía limeña debe ser denunciado y juzgado como crímenes contra la humanidad. Una nueva cultura política internacionalista debe ponerse en boga: la de la abolición de las condiciones de miseria y represión sobre la que se levantan los grandes beneficios de los amos del mundo. Y ello, lo podemos comenzar a hacer mediante la colaboración entre trabajadores y pueblos con las contribuciones de todos los que resisten las políticas de regresión social, de explotación y de guerra.