Partido y política de alianzas en Canarias

El PCC debe apoyar en IUC la tarea de contribuir a organizar la respuesta social y política frente a las políticas continuistas del “Gobierno de las flores”.

Conforme a lo aprobado en el XX Congreso del PCE, el Partido Comunista de Canarias debe propugnar el rechazo de “la deriva reformista de los planteamientos eurocomunistas producto de una interpretación institucionalista y por tanto sesgada de la lucha por el Socialismo que poco se diferenciaba, a efectos prácticos de la socialdemocracia”1. Consecuencia todo ello del “abandono del análisis del carácter de clase de las estructuras institucionales del Estado y de ignorar la lucha de clases como enfoque fundamental de nuestra estrategia aceptando que el terreno de juego para disputar la hegemonía al Capitalismo se produciría en las contiendas electorales caracterizando mal al adversario y su control de todo el entorno que les garantiza una supremacía en ese terreno: Las empresas de comunicación, medios económicos y financieros, los aparatos del Estado.”1

Tras más de 36 años de políticas neoliberales, sobre todo a partir de Felipe González, y de 31 de los gobiernos en Canarias de las derechas insularistas y sus aliados cambiantes, PSOE o PP, estamos asistiendo, a raíz de la participación en el Gobierno de coalición PSOE-UP y la conformación en Canarias del llamado “Gobierno de las flores” en el que se integra Podemos aunque no IUC, a una demostración práctica de cómo, conforme al análisis de nuestro XX Congreso, desaparece la posibilidad de generar desde la calle la disputa del poder real al sistema, es más se ha dejado la calle a la extrema derecha que se moviliza contra el mencionado Gobierno de coalición y en cuanto al Gobierno de Canarias sigue con el seguidismo a las patronales, el continuismo del modelo económico y el mantenimiento de los peores indicadores sociales en el conjunto del Estado.

El Gobierno de coalición PSOE-UP se queda corto en contraposiciones secundarias, del campo de derechos civiles y culturales,  asumiendo los intereses de  grupos sociales diversos, o valores éticos, no deducidos de las leyes del desarrollo social y la lucha de clases que por importantes que resulten, por progresivos que sean y por mucho que incomoden  y obliguen a la clase dominante a determinados virajes para preservar su hegemonía, con todo, son asimilables por ésta debilitando e impidiendo la materialización de la política alternativa antagónica al neoliberalismo.

Las políticas alternativas solo pueden venir de la ruptura que conlleva la defensa consecuente de los intereses de la clase trabajadora y de las capas populares. Tal cosa se tiene que concretar en un programa de cambio social y político que hay que defender mediante la más amplia lucha de masas, conquistándose solo de esa manera la correlación de fuerzas con la que derrotar al capitalismo. 

De nuevo es el PSOE el que recoge la cosecha que pone a su disposición el oportunismo y la debilidad estratégica de la llamada izquierda transformadora. En suma, se ha impuesto la mencionada “interpretación institucionalista” propia de los “planteamientos eurocomunistas” abandonando el antagonismo de clase en el que reside el factor decisivo para la movilización y la transformación social. Dicho antagonismo debe expresarse con claridad mediante los objetivos estratégicos del programa aprobado en el XX Congreso del PCE: derogación de las “reformas” laborales, República Democrática Federal y derecho de autodeterminación, nacionalización antimonopolista de los sectores estratégicos de la economía, salida del euro y de la UE, salida de la OTAN y cierre de las bases militares extranjeras.

En cuanto a Canarias, tras el XIII Congreso del PCC de marzo de 2018 seguimos teniendo pendiente el acuerdo de celebrar una Conferencia Programática que desarrolle las propuestas, muy básicas, apuntadas en el mismo.

Superar todas las limitaciones señaladas está en la razón de ser del PCE y del PCC, así como de su propuesta para la Unidad Popular. Ya Lenin, con su indudable actualidad, analizaba el papel del Partido y lo ponía a salvo de su anulación por una determinada forma de concretarse su política de alianzas, como fue en su momento la de IU conformada como partido y ahora la de Unidas Podemos: “Sobre nosotros recae actualmente un grave deber: el de contribuir con todas nuestras fuerzas a la educación partidista del proletariado, contribuir a cohesionar su destacamento de vanguardia haciendo de él un verdadero partido político, un partido que no dependa en absoluto de los demás partidos, un partido absolutamente autónomo. Por lo tanto, estamos obligados a ser muy precavidos respecto a todos los pasos susceptibles de sembrar la confusión en las claras y definidas relaciones de partido”2.

Ahora cuando el proyecto de “La Izquierda Necesaria” plantea que “Izquierda Unida es la única fuerza institucional y de lucha social que defiende un programa de alternativa y superación del sistema capitalista. . . la desaparición política de IU significa la desaparición de esta alternativa y abocaría a un proceso de difícil reconstrucción. . . hay que rechazar que bajo el paraguas de unidad popular se encubra un proceso de fusión organizativa con Podemos”, es cuando debemos hacer converger el referido papel del Partido y esa política de alianzas que lo puede fortalecer. Particularmente en Canarias, el PCC con la presencia de Podemos en el Gobierno autonómico y con IUC al margen del mismo debe apoyar en ésta la tarea de contribuir a organizar la respuesta social y política frente a las políticas continuistas del “Gobierno de las flores”.

Solo es posible edificar un verdadero movimiento político y social en la medida que responda a una lucha consecuente en defensa de los intereses inmediatos de los trabajadores y capas populares y en el marco de un combativo proceso encaminado hacia la transformación social y el socialismo. Estos principios, aprobados en el XX Congreso del PCE, nos demandan un esfuerzo para hacer lo que desde luego en Canarias no hemos hecho ya que como PCC y en particular el Comité Nacional elegido en el XIII Congreso, no desarrolló el trabajo para la necesaria Conferencia Programática, manifestando una clara insuficiencia organizativa a todos los niveles y estando ausente de las tareas prácticas correspondientes.

Enorme trabajo para un Partido Comunista que hay que reconstruir como objetivo prioritario, según Lenin “Para que las masas de una clase determinada puedan aprender a comprender sus intereses y su situación, aprender a aplicar su propia política, debe haber, cuando antes y a cualquier precio, una organización de los elementos avanzados de esta clase, aunque al principio esos elementos sólo constituyan una minúscula parte de la clase. A fin de servir a las masas y expresar sus intereses correctamente comprendidos, el destacamento de vanguardia, la organización, debe realizar toda su actividad entre las masas, reclutando en su seno a todas las mejores fuerzas sin excepción, comprobando a cada paso, cuidadosa y objetivamente, si se mantiene el contacto con las masas y si es un contacto vivo. Así y solo así se educa e instruye a las masas el destacamento de vanguardia, expresando sus intereses, enseñándolas a organizarse y orientando todas las actividades de las masas por el camino de una consciente política de clase.” 3

Por todo lo dicho se precisa de un congreso urgente del PCE, y en ese contexto también del congreso correspondiente del PCC, que de una vez cierre el largo capítulo del oportunismo “eurocomunista” en nuestras filas y sirva para dotarnos de un instrumento que responda de verdad a las necesidades de la lucha por los objetivos estratégicos de la revolución democrática y social y de avance hacia el socialismo, así como para la imprescindible elección de una nueva dirección central del PCE respetuosa con la legalidad partidaria.

Arturo Borges Álamo, miembro del Comité Nacional del PCC

Notas

1. pag.53 del Documento político aprobado en el XX Congreso del PCE: https://www.pce.es/media/uploads/2018/11/05/3e918250fdf94a01976222d99f287ccf.pdf

2. Lenin, Las Uniones liberales y la socialdemocracia, p. 278-279, Tomo 11 Obras Completas, 26.09.1905.

3. Lenin, Como V. Zasúlich acaba con el liquidacionismo, p.p. 42-43, Tomo 24, Obras Completas, 09.09.1913

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