Dos candidaturas, un cambio necesario

Es tarea de la militancia de IU y el PCE, presionando desde núcleos y asambleas, impedir la vergonzante presencia de dirigentes de IU y el PCE, sean ministras/os o secretarios de estado, en la cumbre de la OTAN. 

Por primera vez en la historia del PCE, en un Congreso del partido, el XXI Congreso, 8/9/10 de julio próximo, se presentan dos candidaturas, una encabezada por Alberto Cubero y otra hipotética, aún no publicitada, seguramente esperando a ver cómo van las Conferencias regionales y nacionales, se supone encabezada por el actual secretario general Enrique Santiago.

Dos candidaturas legítimas, si al final son dos, que presentan, como no podía ser de otra manera, sendos documentos políticos diferenciados con los que pretenden no solamente auspiciar el debate entre la militancia sino, sobre todo, marcar una línea de actuación política del partido en la sociedad, dotando a la militancia de los instrumento teóricos y prácticos que permitan a la organización liderar la lucha de la clase trabajadora por su emancipación y la construcción de una sociedad más justa e igualitaria que supere al capitalismo.

Hay en ambos documentos algunas coincidencias y bastantes diferencias en cuanto al cómo y de qué manera. 

El asunto OTAN, de máxima actualidad -40 aniversario y próxima cumbre-, recogido en ambos documentos, presenta alguna de esas coincidencias.

Tanto en el documento aprobado por el Comité Central como en el presentado por la candidatura de Alberto Cubero, se coincide en la condena de la OTAN como una organización imperialista de la que España tiene que salir.

«…, nos marcamos como prioridades: la lucha contra el militarismo de la UE y por la disolución y denuncia de la OTAN, rechazando la próxima cumbre que se celebrará en nuestro país, denunciando a la OTAN como una fuente directa de conflictos y responsable de incontable sufrimiento y muerte; …» ^[1]TESIS POLÍTICAS XXI CONGRESO PCE. Documento aprobado por la mayoría del Comité Central del PCE. Pág. 44 líneas 1-4.

El rechazo, en el papel, por parte del Comité Central del PCE, a la OTAN como «fuente directa de conflictos y responsable de incontable sufrimiento y muerte» no puede ser más claro, el rechazo a la cumbre no puede ser más meridiano. 

En el mismo sentido y con la misma rotundidad se expresa la Enmienda a la Totalidad presentada por la candidatura de Alberto Cubero:

«La tarea fundamental es la lucha por la salida de las estructuras imperialistas, económicas (Unión Europea) o militares (OTAN), de las que España forma parte». ^[2]ENMIENDA A LA TOTALIDAD. XXI CONGRESO PCE. Pág. 1 Párrafo 6 líneas 51-52.

La celebración, el pasado lunes 30 de mayo, del 40 aniversario de la entrada de España en la OTAN y la próxima cumbre en Madrid para los días 29 y 30 de junio, añade aún más actualidad y urgencia si cabe al posicionamiento de los miembros de Unidas Podemos, con cargo en el Gobierno de coalición, y militantes de IU y el PCE, Alberto Garzón, Yolanda Diaz y Enrique Santiago.

Tanto es así que la asistencia, no desvelada aún, a la cumbre de estos destacados dirigentes del PCE/IU, pone en un brete a quienes aprobaron el documento oficial, el aceptado por la mayoría del Comité Central del PCE, a la vez que podría cuestionar la literalidad del mismo y restar toda credibilidad, como mínimo, a la parte referida a la OTAN.

En esta tesitura, a las/os militantes Garzón y Diaz, por la inconcreción y vaguedad en sus respuestas a los periodistas, se les ha abierto una disyuntiva:

NO ASISTIR, ser coherentes con lo aprobado en anteriores Congresos del PCE y con el documento aprobado por el Comité Central para el XXI Congreso, condenando así la cumbre de la OTAN.

ASISTIR, obviando y machacando la historia y las razones de la condena que de la OTAN hace el PCE, a la vez que desvirtuando, restando credibilidad, y convirtiendo en papel mojado el documento que su secretario general avala con la mayoría del Comité Central.

Párrafo aparte merece la opinión del secretario general del PCE, Enrique Santiago, secretario de estado en el Gobierno de coalición, cuando a preguntas de los periodistas sobre la próxima cumbre, contestó: «si formamos parte de una organización internacional y tenemos obligaciones, es obvio que mientras formemos parte hay que cumplirlas».

Las palabras de Enrique Santiago suponen una ruptura con la larga tradición en defensa de la paz y contra la OTAN del PCE, una flagrante contradicción, una muestra de doble lenguaje y un claro desprecio del documento aprobado por el Comité Central del PCE, que el mismo preside, y además explican, con rotunda claridad, la indefinición y dudas de la que hacen gala tanto A. Garzón como Y. Diaz.

Indefinición y dudas probablemente impostadas, la decisión de acudir ya estará tomada, lo que explica el “nos lo pensaremos” que pretende retrasar al máximo tanto risas e ironías de la derecha como críticas desde la izquierda. 

Por si fuera poco, en esta ceremonia de la confusión -dudas, excusas y “nos lo pensaremos”- la ministra de Defensa Margarita Robles, Margarita I de la OTAN, no duda en ejercer de generala y en un tono y con unos modos solo calificables como de prepotencia cuartelera, en declaraciones a La Vanguardia, aclara que a la cumbre solo se va con invitación, y que Belarra, que previamente ha manifestado que bajo ningún concepto asistirá, no está invitada sin aclarar si los otros miembros de gobierno, sector UP,  están o serán invitados.

Sea como sea, estén invitados a la cumbre o no, vayan a cenar o merendar, es tarea de la militancia de IU y el PCE, presionando desde núcleos y asambleas, impedir la vergonzante presencia de dirigentes de IU y el PCE, sean ministras/os o secretarios de estado, en la cumbre de la OTAN.

El siguiente párrafo de la Enmienda a la Totalidad, documento de la candidatura de Alberto Cubero, ayuda a entender y explica actitudes, conductas y dudas de estos destacados dirigentes, los desnuda, incluso al margen del asunto OTAN, en el camino que han emprendido al adoptar al PSOE no solamente como compañero de viaje, sino también como inspirador de su práctica política.

«… asistimos a toda una operación de desmantelamiento de la izquierda tradicional para insuflar, con el apoyo mediático del sistema, “nuevos contenidos” en los ámbitos de contradicción a los que no ha llegado el marxismo clásico, o lo ha hecho de forma insuficiente por razones materiales históricas. Se trataría de la introducción de planteamientos líquidos, que en el fondo se corresponden con los de la vieja socialdemocracia.» ^[3]ENMIENDA A LA TOTALIDAD. Pág. 27 párrafo 169.

Desde la candidatura alternativa no existe disyuntiva alguna, no existen dudas ni dobles lenguajes, la coherencia con el documento propio, e incluso con el aprobado por el Comité Central, es máxima.

Alberto Cubero en declaraciones a Público se pronunciaba sin circunloquios ni evasivas, con claridad y rotundidad: 

«… España debe recuperar su soberanía nacional y debe de replantearse su permanencia en la OTAN. Debemos salir de la OTAN y debemos de tener unas relaciones internacionales basadas en la solidaridad y la cooperación entre los pueblos. Lo que ha ocurrido en Ucrania es, una vez más, el sometimiento de España a la estrategia imperialista de la OTAN…»  ^[4]Público. 30/04/2022.

El XXI Congreso se celebrará, así está previsto, los próximos días 8, 9, y 10 de julio y decidirá la dirección del partido para los siguientes cuatro años, tiempo crucial para el futuro de las trabajadoras y trabajadores de este país que se enfrentan a amenazas tan serias como el resurgimiento de la extrema derecha, el recrudecimiento de la crisis latente del capitalismo a nivel global, agudizada por los enfrentamientos entre el bloque EEUU/OTAN y países emergentes como Rusia, China, India, la imparable emergencia climática, la aparición de nuevas pandemias, el rearme del imperialismo para dotarse de zonas de influencia y explotación de recursos naturales, …

A nivel doméstico estas amenazas se traducirán en una agudización de la contradicción CAPITAL/TRABAJO, donde el crecimiento del beneficio privado pretenderá anteponerse al bienestar, seguridad y desarrollo de las conquistas de la clase trabajadora, bien encajonándolas y congelándolas en el corsé de la socialdemocracia o bien revirtiéndolas mediante reformas regresivas y privatizaciones, directas o encubiertas, de servicios públicos como sanidad, educación, pensiones, …

Una agudización también, tal como recoge la Enmienda a la Totalidad presentada por la candidatura de Alberto Cubero, de la contradicción CAPITAL Y LA VIDA, donde se intentará, por la derecha y ultraderecha, anular las conquistas del movimiento feminista, de las mujeres en general y de la sociedad en su conjunto, tal como ya ocurre, en Estados Unidos con el intento de suprimir el derecho al aborto o en España en las Comunidades donde gobierna el PP, con o sin la concurrencia de VOX, donde se van introduciendo sutiles cambios en la legislación y la terminología que desvirtúan el contenido de la misma, como “violencia intrafamiliar” sustituyendo a violencia machista, …

Ante la crisis inherente y permanente del capitalismo, ante su incapacidad para resolver las contradicciones sociales que genera desigualdad, pobreza, violencia, guerras, cambio climático, el papel del PCE es claro y queda resumido en el siguiente párrafo de la Enmienda a la Totalidad:

«…debemos ser la referencia de quienes sufren las injusticias del sistema. Nuestra función no es respaldar un sistema político que agoniza y creado para proteger los intereses de las élites sino empujar a su derrumbe a la vez que construimos una alternativa constituyente que ofrezca un horizonte de futuro a nuestra clase.» ^[5]ENMIENDA A LA TOTALIDAD. Párrafo 148. Líneas 16-20.

Tarea, función, que difícilmente podrán asumir quienes, con sus prácticas políticas, sus dudas y doble lenguaje han adoptado planteamientos cercanos a la vieja socialdemocracia y llevan al PCE a la irrelevancia y la extinción.