Fuerzas productivas

DEP-BZM

FUERZAS PRODUCTIVAS:

conjunto de los medios de producción y de los hombres que los emplean
para producir bienes materiales.

La parte material de las fuerzas productivas, ante todo los medios de
trabajo, constituye la base material y técnica de la sociedad. En
nuestra época, se convierte en fuerza directamente productiva la
ciencia.

La fuerza productiva principal está formada por los trabajadores, que
crean los instrumentos de producción, los ponen en movimiento, poseen
experiencia y hábitos de trabajo.

Las fuerzas productivas expresan la relación que existe entre el
hombre y los objetos y fuerzas de la naturaleza, el grado en que éste
los domina. En el proceso de producción de los bienes materiales, los
hombres desarrollan y perfeccionan los instrumentos de trabajo, crean
nuevas máquinas, aprenden a explotar las riquezas naturales, amplían
sus conocimientos, van dominando las leyes que rigen el desarrollo de
la sociedad y de la naturaleza. Ello conduce a un crecimiento
incesante de las fuerzas productivas. Por el influjo de este
crecimiento y, ante todo, del perfeccionamiento de los instrumentos de
producción, cambian las relaciones de producción, y se modifica
también el modo de producción.

A un determinado nivel de las fuerzas productivas corresponden
determinadas relaciones de producción, en las que entran los hombres
en el proceso de producción. “Lo que distingue a las épocas
económicas unas de otras no es lo que se hace, sino el cómo se hace,
con qué instrumentos de trabajo se hace. Los instrumentas de trabajo
no son solamente el barómetro indicador del desarrollo de la fuerza de
trabajo del hombre, sino también el exponente de las condiciones
sociales en que se trabaja” (C. Marx).

En una determinada fase de su desarrollo, las fuerzas productivas de
la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción
existentes. En las formaciones económico-sociales antagónicas
-esclavista, feudal y capitalistadicha contradicción se convierte en
un conflicto insoluble, dado que las relaciones de producción, de
forma de desarrollo de las fuerzas productivas, se convierten en un
freno, en un grillete de ellas.

La revolución social es la forma en que se expresa y se resuelve este
conflicto (ver Ley de la correspondencia entre las relaciones de
producción y el carácter de las fuerzas productivas). El capitalismo,
después de haber desarrollado de manera gigantesca las fuerzas
productivas, se convirtió en un obstáculo ingente para el progreso
social.

En la presente época de transición del capitalismo al socialismo, el
conflicto cada vez más agudo, entre las fuerzas productivas y las
relaciones capitalistas de producción, “plantea imperiosamente a la
humanidad la tarea de romper la descompuesta envoltura capitalista
liberar las poderosas fuerzas productivas creadas por el hombre y
utilizarlas en bien de toda la sociedad” (Programa del P.C.U.S.).

Bajo el socialismo y como resultado de la revolución socialista, en el
transcurso de la edificación comunista, las contradicciones que surgen
entre las fuerzas productivas en impetuoso crecimiento y algunos
aspectos de las relaciones de producción que se han rezagado en su
desarrollo, se eliminan perfeccionando a su debido tiempo dichas
relaciones, con lo cual se asegura el desarrollo incesante y
planificado de las fuerzas productivas en interés de toda la sociedad.
La edificación de la base material y técnica del comunismo y la
elevación del nivel cultural y técnico de los trabajadores: tal es la
tarea cardinal que se he de cumplir para crear las fuerzas productivas
comunistas.

Diccionario filosófico marxista · 1946:123-124

Fuerzas productivas de la sociedad

Las fuerzas productivas de la sociedad son: los instrumentos de
producción, con ayuda de los cuales se producen los bienes materiales;
los hombres que manejan los instrumentos y efectúan la producción de
los bienes materiales, por tener una cierta experiencia productiva y
hábito de trabajo. Las fuerzas productivas, es decir, los medios de
producción (instrumentos, máquinas, implementos, materias primas, etc.)
y la fuerza de trabajo del hombre, del trabajador, son siempre los
elementos absolutamente indispensables para el trabajo, para la
producción material. La productividad del trabajo social, el grado de
dominio del hombre sobre la Naturaleza, dependen del nivel histórico
del desarrollo de las fuerzas productivas, de la perfección de los
instrumentos de producción y de la experiencia productora y los
hábitos de trabajo del hombre. De aquí la evidente importancia de las
fuerzas productivas y de su crecimiento para la Sociedad. En cada
momento histórico, la vida de la Sociedad depende de las fuerzas
productivas de que dispone. La existencia del salvaje sin su arco y su
flecha, sin el hacha de piedra, etc., es tan inconcebible como la
existencia del capitalismo moderno sin las máquinas y sin los obreros
que constituyen la fuerza productiva fundamental de la Sociedad. El
desarrollo de las fuerzas productivas; y ante todo el desarrollo de
los instrumentos de producción, es la base del cambio y desarrollo de
los modos de producción. (Ver: Modo de producción de los bienes
materiales). El cambio de los medios de producción conduce, a su vez,
al cambio de todo el régimen social. Por ejemplo, el nacimiento de la
producción con máquinas, condicionó cambios radicales en el régimen
social, la transición del feudalismo al capitalismo. El desarrollo de
las fuerzas productivas se realiza de distinta manera en las diversas
sociedades. Bajo el capitalismo, este desarrollo se efectúa por vía
profundamente contradictoria, a consecuencia del antagonismo existente
entre el carácter social de la producción y el modo capitalista
privado de apropiación. En la sociedad socialista, en la URSS, las
fuerzas productivas disponen de una posibilidad ilimitada para su
crecimiento y se desarrollan de acuerdo con un plan, en interés del
aumento de la riqueza social, del ascenso indeclinable del nivel
material y cultural de vida de los trabajadores, del fortalecimiento
de la independencia de la URSS y de la consolidación de su capacidad
de defensa.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:40

Fuerzas productivas de la sociedad

Instrumentos de producción mediante los cuales se producen los bienes
materiales; los hombres, que ponen en movimiento los instrumentos de
producción y realizan la producción de los bienes materiales, merced a
una determinada experiencia y hábitos de trabajo.

Las fuerzas productivas, es decir, los medios de producción:
instrumentos, máquinas, aparatos y materias primas, etc., y la fuerza
de trabajo del hombre, del trabajador, resultan siempre elementos
absolutamente necesarios del trabajo, de la producción
material. Dependiendo del nivel histórico de desarrollo de las fuerzas
productivas, del perfeccionamiento de los instrumentos de producción y
de la experiencia de producción y hábitos de trabajo de los hombres,
halla, también, la productividad del trabajo social, el grado de
dominio del hombre sobre la naturaleza. De aquí se comprende la
importancia de las fuerzas productivas y su crecimiento para la
sociedad.

En cada momento histórico, la vida de la sociedad depende de las
fuerzas productivas de que dispone. La existencia del salvaje es tan
inadmisible sin su arco y flechas, el hacha de piedra y demás, como la
existencia del capitalismo moderno sin máquinas, ni sin los obreros,
que constituyen la fundamental fuerza productiva de la sociedad. El
desarrollo de las fuerzas productivas y ante todo, el desarrollo de
los instrumentos de producción radica en la base del cambio y
desarrollo de los modos de producción. El cambio de los modos de
producción conduce al cambio de todo el régimen social. Por ejemplo,
la transición de la producción artesana, manufacturera, a la industria
mecánica, condicionó cambios radicales en el régimen social y la
transición del feudalismo al capitalismo.

El desarrollo de las fuerzas productivas en las diversas sociedades,
ocurre de diversos modos. Bajo el capitalismo, el desarrollo se
realiza por vía profundamente contradictoria, como consecuencia del
antagonismo existente entre el carácter social de la producción y el
modo individual de la apropiación capitalista. En la sociedad
socialista, en la U.R.S.S., las fuerzas productivas se desarrollan
según un plan, en el interés de aumentar la riqueza social, de
levantar, firmemente, el nivel material y cultural de los
trabajadores, de consolidar la independencia de la U.R.S.S. y de
fortalecer su capacidad de defensa.

Diccionario filosófico abreviado · 1959:213-215

Fuerzas productivas

Instrumentos con cuya ayuda se producen los bienes materiales, y
hombres que manejan esos instrumentos y producen bienes materiales
gracias a una cierta experiencia y a hábitos de trabajo. El estado de
las fuerzas productivas indica por medio de qué instrumentos los
hombres producen los bienes materiales y expresa el comportamiento de
la sociedad hacia las fuerzas de la naturaleza. La productividad del
trabajo social depende del nivel histórico de las fuerzas productivas,
de la calidad de los instrumentos, de la experiencia de los hombres y
de sus hábitos de trabajo. En todo momento histórico dado, la vida de
la sociedad está determinada, en última instancia, por las fuerzas
productivas de que dispone. Los hombres primitivos no hubieran podido
existir sin arcos y flechas, sin hachas de piedra, etc., del mismo modo
que el capitalismo moderno es inconcebible sin máquinas y sin obreros,
fuerza productiva principal de la sociedad. El desarrollo de las
fuerzas productivas y, sobre todo, de los instrumentos de producción,
constituye la base de la evolución del modo de producción de los
bienes materiales (ver). El cambio del modo de producción conduce al
del régimen social en su conjunto.

Las fuerzas productivas no existen al margen de una forma social
determinada, es decir, al margen de las relaciones de producción
(ver). El marxismo-leninismo critica severamente las teorías que
consideran las fuerzas productivas al margen de su acción recíproca
con las relaciones de producción a las que están ligadas
indisolublemente. Tal es por ejemplo, la concepción de Bogdánov (ver)
y de Bujarin, absolutamente ajena al marxismo. El desarrollo de las
fuerzas productivas no puede ser comprendido sino en relación con las
relaciones de producción. Las fuerzas productivas constituyen la base
de la que surgen relaciones de producción determinadas. Pero éstas,
surgidas sobre la base de las fuerzas productivas, ejercen una
poderosa acción de retorno. Si las relaciones de producción no
corresponden al carácter de las fuerzas productivas, si se hallan en
contradicción con ellas, ponen trabas a su desarrollo. Siendo las
fuerzas productivas el elemento más movedizo, más revolucionario de la
producción, siempre marchan adelante. Y eso es lo que determina el
retraso de las relaciones de producción respecto al nivel de las
fuerzas productivas, la aparición de una contradicción entre ellas en
una determinada etapa de su desarrollo. Para que las fuerzas
productivas puedan progresar, es preciso eliminar las antiguas
relaciones de producción y reemplazarlas por las nuevas. Las nuevas
relaciones de producción constituyen la fuerza principal y decisiva
que determina el ascenso continuo de las fuerzas productivas. Así, el
desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo actual está
trabado por las relaciones de producción burguesas. Al contrario, las
fuerzas productivas de la sociedad soviética florecen impetuosamente
porque las relaciones de producción socialistas las favorecen.

En su obra El materialismo dialéctico y el materialismo histórico,
Stalin esboza un cuadro del desarrollo de las fuerzas productivas
desde los tiempos más remotos hasta nuestros días: “De las
herramientas de piedra sin pulimentar se pasa al arco y la flecha y,
en relación con esto, de la caza como sistema de vida a la
domesticación de animales y a la ganadería primitiva; de las
herramientas de piedra se pasa a las herramientas de metal (al hacha
de hierro, arado con reja de hierro, etc.) y, en consonancia con esto,
al cultivo de las plantas y a la agricultura; viene luego el
mejoramiento progresivo de las herramientas metálicas para la
elaboración de materiales, se pasa a la fragua de fuelle y a la
alfarería y, en consonancia con esto, se desarrollan los oficios
artesanos, se desglosan estos oficios de la agricultura, se desarrolla
la producción independiente de los artesanos y, más tarde, la
manufactura se transforma en la industria mecánica, y, por último, se
pasa al sistema de máquinas, y aparece la gran industria mecánica
moderna: tal es, en líneas generales y no completas, ni mucho menos,
el cuadro de desarrollo de las fuerzas productivas sociales a lo largo
de la historia de la humanidad” (Ob. Cit. en Cuestiones del leninismo,
p. 657, Ed. esp., Moscú, 1951). Al mismo tiempo que cambian los
instrumentos de producción, se desarrollan igualmente tanto los
hombres que constituyen el elemento esencial de las fuerzas
productivas, como sus hábitos de trabajo.

En el tránsito de la antigua formación económica a la nueva, las
relaciones de producción existentes son suprimidas mientras que las
fuerzas productivas se mantienen y se expanden.

No figura en el Diccionario filosófico · 1965

Diccionario de filosofía · 1984:189-190

Fuerzas productivas

Categoría del materialismo histórico, que caracteriza el factor
principal y, en definitiva, determinante del proceso histórico. “…De
la misma manera que todos los fenómenos de la naturaleza se basan en
causas materiales, el desarrollo de la sociedad humana está
condicionado también por el desarrollo de las fuerzas materiales, de
las fuerzas productivas” (V. I. Lenin, t. 2, p. 8). El desarrollo de
la base material y técnica de la sociedad y, en ligazón con ella, de
las fuerzas productivas es el fundamento de todo el desarrollo social
y de la sucesión del proceso histórico en su conjunto. El contenido de
la categoría de las fuerzas productivas lo constituye la unidad
orgánica del trabajo acumulado y vivo, es decir, el conjunto de
elementos materiales y personales de producción, necesarios para
fabricar, a partir de los objetos de la naturaleza, las cosas capaces
de satisfacer las necesidades humanas. A los elementos materiales de
producción se refieren los instrumentos de trabajo, los edificios de
utilización industrial, los ferrocarriles, los canales, las
carreteras, las tuberías, etc., en otras palabras, todos los objetos y
conjuntos de objetos adaptados por el hombre para que sirvan de
conductor de su acción sobre el objeto de trabajo. A los elementos
personales se refieren los hombres que, gracias a sus habilidades
productivas, su experiencia y conocimientos, producen los medios de
trabajo y los ponen en movimiento. El elemento material determinante
de las fuerzas productivas lo constituyen los instrumentos de trabajo,
las máquinas y conjuntos de máquinas. Ellos precisamente son el
indicador del nivel de desarrollo de la producción. Pero hasta la
técnica más perfecta no puede funcionar sin hombres. El hombre es la
principal fuerza productiva. Los instrumentos y todos los medios de
trabajo son obra del hombre, resultado de la aplicación de su energía
práctica, materialización de las experiencias y conocimientos
atesorados e indicador de los éxitos del hombre en la dominación de la
naturaleza. Perfeccionando los medios de trabajo, con cuya ayuda el
hombre transforma la naturaleza, y desarrollando debido a ello sus
fuerzas productivas y sus relaciones sociales, el hombre se desarrolla
también a sí mismo. El funcionamiento de las fuerzas productivas
presupone, primero, fabricar los medios de trabajo y, luego,
utilizarlos para producir los medios de consumo. Toda producción
social se divide en producción de los medios de producción (grupo “A”)
y producción de los medios de producción necesarios para fabricar los
artículos de consumo (grupo “B”). La ley de la reproducción ampliada
significa el desarrollo prioritario del grupo “A” y la creación de
medios de trabajo cada vez más eficaces mediante el aprovechamiento de
la ciencia, así como el reequipamiento, sobre esta base, de todos los
sectores de la economía. El uso de las realizaciones de la revolución
científico-técnica moderna en la esfera del desarrollo de las fuerzas
productivas y de toda la producción social es actualmente la principal
palestra de la emulación económica entre el socialismo y el
capitalismo. El socialismo plantea la tarea de acelerar el progreso
científico-técnico con el objeto de ir creando consecuente y
planificadamente la base material y técnica del comunismo, la que debe
asentarse en el sistema de máquinas para la mecanización múltiple y la
automatización de toda la producción social y contribuir a resolver
problemas sociales tales como la liquidación de los procesos
laboriosos y la transformación del trabajo en la primera necesidad
vital, la ampliación de las posibilidades para el desarrollo integral
del individuo y la creación de la abundancia de artículos de consumo
como condición del paso al principio comunista de distribución según
las necesidades.

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