HOLBACH, Pablo Enrique

Pablo Enrique Holbach (1723-1789)

Contenido

Diccionario filosófico marxista · 1946:140-141

Pablo Thiry de Holbach (1723-1789)

Destacado filósofo de la “ilustración” francesa, materialista y ateo,
el más grande ideólogo de la burguesía revolucionaria del siglo XVIII.
Holbach afirmaba la existencia de la materia independientemente de la
conciencia del hombre, considerándola como eterna e increada. La
materia se compone de átomos. A la materia le es inherente el
movimiento interno que se genera en virtud de los movimientos y
choques mecánicos de las partículas. Holbach sólo reconocía el
movimiento mecánico, negando el movimiento natural, generado por sí
mismo. Consideraba el alma, la conciencia, como la manifestación de
la materia organizada de manera especial. Holbach fue un ateo. La
religión, desde su punto de vista, es el resultado de la ignorancia y
del atraso del hombre. En sus obras dedicadas a la sociedad humana,
Holbach desenvuelve la Idea de que el hombre se guía por el interés.
El rumbo de los intereses del hombre está determinado por el medio
social. El medio es creado por la legislación. El legislador, a su
vez, se orienta por las opiniones. De esta manera, Holbach llegó a la
conclusión idealista de que “las opiniones gobiernan el mundo”. Al
reconocer la necesidad de destruir el régimen feudal, Holbach promueve
la idea de la vuelta al “régimen natural”, que a la postre resultó ser
el régimen capitalista. Las obras principales de Holbach son: El
cristianismo al desnudo, 1761; Sistema de la Naturaleza (ver), 1770;
El sentido común, 1772; Sistema social, 1773; Política natural, 1773.

Diccionario de filosofía y sociología marxista · 1959:44-45

Pablo Enrique Holbach (1723-1789)

Filósofo materialista francés, uno de los más grandes ideólogos de la
burguesía revolucionaria del siglo XVIII. Holbach reconocía la
existencia del hombre considerándola eterna e increada. Consideraba a
la materia como compuesta de átomos. Es inherente a la materia un
movimiento interior, generado a fuerza de movimientos mecánicos y
choques de partículas. Holbach sólo reconocía el movimiento mecánico,
negando el movimiento espontáneo. Consideraba el alma, la conciencia,
como una manifestación de la materia organizada en forma especial.
Holbach fue ateo. Consideraba la religión como un resultado de la
ignorancia y del atraso del hombre. En sus obras dedicadas a la
sociedad humana, Holbach desarrollaba la idea de que el hombre se guía
por el interés. La dirección de los intereses del hombre determínase
por el medio. El medio se crea con sujeción a leyes. El legislador
se guía por las opiniones. De tal modo, Holbach llegaba a la
conclusión idealista de que “las opiniones gobiernan el mundo”.
Reconociendo la necesidad de la destrucción del régimen Feudal,
Holbach sugería la idea del retorno al “régimen natural”, que en la
realidad resultó ser un régimen capitalista.

Los trabajos principales de Holbach son: “Sistema de la naturaleza”
(1770), “Sistema social” (1773), “Política natural” (1773), “El
cristianismo al desnudo” (1761), “El sentido común” (1772).

Diccionario filosófico abreviado · 1959:239-240

Paul Henri d’Holbach (1723-1789)
Pablo Thiry de Holbach

Uno de los representantes destacados del materialismo y del ateísmo
del siglo XVIII, ideólogo de la burguesía revolucionaria francesa,
colaborador de la Enciclopedia. Es autor de la célebre obra Sistema
de la naturaleza que refleja nítidamente los vínculos del materialismo
francés con los progresos de las ciencias naturales. También es autor
de una serie de panfletos antirreligiosos: “El cristianismo al
desnudo”, “La teología portátil”, “El contagio sagrado”, &c. Holbach
resuelve la cuestión fundamental de la filosofía (ver) en el espíritu
del materialismo definiendo la naturaleza como la causa primaria de
todo lo que existe. La materia es la realidad objetiva que actúa
sobre los sentidos del hombre. Las propiedades primarias de la
materia son la extensión, el movimiento, la divisibilidad, la solidez,
la pesantez, &c.; las propiedades secundarias: la densidad, el peso,
la figura, el color, &c. El gran mérito de Holbach es el de haber
reconocido el movimiento como atributo inherente a la materia. Pero
por ser su materialismo metafísico y mecanicista, concibe el
movimiento como un simple desplazamiento de cuerpos en el espacio. Su
clasificación de las formas de movimiento constituye una teoría
puramente mecanicista. La doctrina de Holbach está dirigida contra la
teología y el idealismo, contra el idealismo subjetivo de Berkeley
(ver). La naturaleza según Holbach, es eterna; no fue creada por
nadie y no será destruida jamás. “La materia actúa por sus propias
fuerzas y no tiene necesidad de ningún impulso exterior para ser
puesta en movimiento”. Holbach afirma que las charlas sobre los
espíritus incorpóreos no son más que absurdos. Considera la
conciencia como una propiedad de la materia organizada. En su Sistema
de la naturaleza, Holbach critica severamente el punto de vista
religioso que representa al hombre hecho a imagen de Dios. “El hombre
es obra de la naturaleza, existe en la naturaleza, está sometido a sus
leyes de las que no puede librarse, no puede ni siquiera
imaginariamente salir de ella”. El hombre es una parte de la
naturaleza, sometida a sus leyes al igual que todos los cuerpos
físicos. Holbach califica de inconsistente la tentativa de los
filósofos idealistas de dividir al hombre en ser físico y espiritual.
“El hombre es un todo organizado, compuesto de diferentes materias”.
Recusando las concepciones idealistas, su fe en el alma inmortal,
Holbach demuestra que las facultades mentales del hombre dependen de
la organización del cuerpo humano. La sensibilidad nos permite
conocer el mundo y sus leyes. No hay ideas innatas. El hombre no
extrae sus ideas del alma sino del mundo exterior. Holbach opone su
determinismo mecanicista a la teología. Los fenómenos cuya causa
desconocemos son considerados por él como efectos de la casualidad.
Al no comprender el carácter objetivo de las contingencias, Holbach
considera el desarrollo de la sociedad como un proceso fatal.

Sus concepciones sobre la sociedad son idealistas, o sea, las de un
filósofo burgués del siglo de las luces. Aunque sin dejar de
reconocer la acción del ambiente sobre la formación de la
personalidad, Holbach desemboca en la conclusión errónea, idealista,
por la cual, “la opinión gobierna al mundo”. Y afirma que la
humanidad puede liberarse del yugo feudal por medio de la difusión de
la instrucción y por el triunfo de la razón sobre el obscurantismo
medieval. Como ideólogo de la burguesía francesa, Holbach teme el
movimiento revolucionario de las masas, y prefiere la revolución
“desde arriba”, vale decir, la transición pacífica del régimen feudal
a la sociedad burguesa por el camino de una legislación “perfecta”,
monarquía constitucional o aun, “ilustrada”. Al criticar la religión,
Holbach no ve en ella más que la consecuencia de la ignorancia, pero
se muestra incapaz de caracterizarla desde el punto de vista
histórico, de revelar la naturaleza de clase de la religión. No
obstante, sus escritos ateos desempeñaron un papel inmenso en la lucha
contra el obscurantismo y la superstición.

Diccionario filosófico · 1965:221-222

Paul-Henri d’Holbach (1723-1789)

Filósofo materialista y ateo francés. Barón alemán por su origen,
pasó gran parte de su vida en Francia. Su principal trabajo, Sistema
de la naturaleza (1770), fue condenado a la hoguera por el Parlamento
de París. Otras obras de Holbach: El cristianismo al desnudo (1761),
Teología de bolsillo (1768), El sentido común (1772). Holbach criticó
la religión y la filosofía idealista, sobre todo la filosofía de
Berkeley. En el idealismo veía una quimera, una contradicción con el
sentido común. Explicaba el nacimiento de la religión por la
ignorancia, por el miedo de unos y la falacia de los otros. La
materia, según Holbach, es “todo lo que actúa de una u otra forma
sobre nuestros sentidos”. Consta de átomos invariables e indivisibles
cuyas propiedades principales son la extensión, el peso, la figura y
la impenetrabilidad. Holbach entendía mecánicamente el movimiento
–también atributo de la materia–, como simple desplazamiento de los
cuerpos en el espacio. El hombre, según Holbach, es una parte de la
naturaleza, a cuyas leyes se halla subordinado. Holbach defendía el
determinismo, mas comprendía la causalidad de manera mecanicista.
Negaba la existencia objetiva de las casualidades, a las que definía
como fenómenos cuyas causas nos son desconocidas. En la teoría del
conocimiento, se adscribía el sensualismo y se manifestaba en contra
de la teoría agnóstica. En política, abogó por la monarquía
constitucional y, en varios casos, por el despotismo ilustrado. En
sus concepciones acerca de la sociedad, Holbach era idealista,
afirmaba que “las opiniones rigen al mundo”. Asignaba el papel
decisivo en la historia a la actividad de los legisladores. Veía en
la ilustración el camino que permite hacer libres a los hombres. El
desconocimiento de la propia naturaleza, según Holbach, condujo al
género humano a la esclavitud y a convertirse en víctima de los
gobiernos. Holbach concebía la sociedad burguesa como el reinado de
la razón.

Diccionario de filosofía · 1984:212

Paul-Henri d’Holbach (1723-1789)

Filósofo materialista y ateo francés. Por origen era barón alemán,
pero pasó la mayor parte de su vida en Francia. El trabajo
fundamental de Holbach –El sistema de la Naturaleza (1770)– fue
quemado por decisión del Parlamento parisiense. Sus otros trabajos:
El cristianismo desenmascarado (1761), Teología portátil (1768) y
Sentido común (1772). Holbach criticó la religión y la filosofía
idealista, en primer lugar, la doctrina de Berkeley. En el idealismo
veía una quimera contraria al sentido común. Explicaba el surgimiento
de la religión por la ignorancia y el miedo de unos y el engaño de
otros. Según Holbach, la materia es todo lo que influye de alguna
manera sobre nuestros sentidos. Se compone de átomos inmutables e
indivisibles, cuyas principales propiedades son la extensión, el peso,
la forma y la impenetrabilidad. Holbach consideraba el movimiento
también como atributo de la materia y como simple desplazamiento de
los cuerpos en el espacio. El hombre, a juicio de Holbach, es una
parte de la naturaleza, sujeta a las leyes de ésta. Defendiendo el
determinismo, Holbach a la vez entendía la causalidad de modo
mecanicista. Negaba la existencia objetiva de las casualidades,
definiéndolas como fenómenos cuyas causas desconocemos. En la teoría
del conocimiento se atenía al sensualismo, impugnaba el agnosticismo.
En política, Holbach fue partidario de la monarquía constitucional y,
en varias ocasiones, del absolutismo ilustrado. En sus concepciones
sobre la sociedad, Holbach es idealista y afirma que “las opiniones
gobiernan el mundo”. Atribuía el papel principal en la historia a la
actividad de los legisladores. Consideraba que la vía hacia la
liberación de los hombres era la ilustración. Según Holbach, el hecho
de que el género humano desconoce su propia naturaleza lo condujo a su
avasallamiento y a que se convirtiera en víctima de los gobiernos.
Entendía la sociedad burguesa en desarrollo como reino de la razón.

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