Dilemas de las izquierdas en España. Por qué los ciudadanos han dicho que NO

La gestión de Unidas Podemos desde el Gobierno para resolver los problemas de los trabajadores, renunciando a  movilizarlos y cediendo ante la OTAN, no funcionó.

Los resultados del escrutinio de las Elecciones Autonómicas y Municipales del 28 de mayo de 2023 en España no pueden analizarse únicamente en clave local, ni tampoco estatal. Tienen una clara inserción en lo que acontece en Occidente y significativamente en su Estado central: los EEUU. La derechización de la política y el avance del fascismo han recibido la bienvenida de los medios de comunicación, con el agravante de que los defensores de la democracia se ven impotentes, temiendo más el triunfo de un programa de izquierdas socializante que al regreso de los bárbaros.   

Los datos son demoledores para las izquierdas, que han perdido muchos miles de electores en las ciudades y comunidades autonómicas y millones en el conjunto del Estado. El desastre comienza siendo para el PSOE, sumido en un verdadero quebradero de cabeza, al perder el poder en la mayor parte de las Autonomías y grandes ciudades, pero también lo es para las fuerzas situadas a su izquierda y aquí distinguimos entre la “izquierda neoliberal” (Mas Madrid y SUMAR) y la “izquierda por lo público” (IU+Podemos). Esta última, ubicada también en el margen izquierdo del PSOE, ha sido desalojada de la mayor parte de los parlamentos y de los ayuntamientos en los que estaban. Las dos fuerzas que la componen, diferentes pero complementarias, cuentan con bases susceptibles de oponerse al imperialismo y al fascismo y son republicanas. 

En Madrid se ha impuesto el Partido Popular con mayoría absoluta de diputados en la Comunidad y de concejales en la capital, por primera vez en la historia de la democracia, con un ascenso también de la extrema derecha representada por VOX que se configura ya como la tercera fuerza en el Estado y en Madrid. El hundimiento mayúsculo del ala izquierda del Gobierno de Coalición, obliga a repensarse el trayecto de este Legislatura nº XIV. Por principio habría que señalar que aquella otra izquierda, que llamamos “neoliberal” -que está siendo aupada por Pedro Sánchez y goza de un  descarado apoyo de Prisa-, no es compatible con la cultura republicana de lucha por los derechos sociales y en defensa de lo público, por la igualdad y contra el empobrecimiento de las capas populares; la opción que ha defendido IU+Podemos.

Ya no cabe duda de que el signo de estos tiempos está marcado por el ascenso del nazifascismo y no sólo en la Unión Europea sino también y peligrosamente en los EEUU. Estamos ante un “cambio de época” donde se va a recortar la democracia parlamentaria, restringiéndola al disfrute exclusivo de las élites y su servidumbre monárquica. Este movimiento anti-democracia atañe a todo Occidente y viene auspiciado y financiado, desde hace años, por un sector potente del capital monopolista transnacional norteamericano, ligado al complejo militar-industrial y al capital financiero que controla los medios de comunicación. La táctica es amedrentar a toda la sociedad y arrogarse la supuesta defensa de los sectores populares, cuyo bienestar se está esfumando como consecuencia de la crisis y la decadencia de un Occidente que se resiste a  abrirse al nuevo orden mundial multipolar que se avecina. 

Pero la pregunta clave sería ¿Por qué estas elecciones no han dado votos a un Gobierno de Coalición, con sus logros en derechos sociales, el salario mínimo, los ERTES, los derechos sexuales, la Ley de Eutanasia, la Ley de la Vivienda, etc. etc., que nunca habrían existido bajo un gobierno de derechas? Esta es la pregunta que hay que responder. 

Con el adelanto de las Elecciones Generales al 23 de julio (la fecha que tocaba era noviembre), se ha abortado la posibilidad de una reflexión, de un debate en los perdedores, lo que aumentará la frustración y la desorientación de la militancia y de los mismos electores. Una batalla electoral tan desastrosa como la del 28 de mayo, que ha causado gran desmoralización, va a ser sucedida, sin tiempo para poder recomponerse y reaccionar,  por la nueva convocatoria de Elecciones Generales.    

Otras cuestiones a responder son ¿por qué el electorado no apreció los logros de Unidas Podemos en el Gobierno de Coalición? ¿Acaso fue correcto dejarlo todo a merced de la gestión de Ministerios y Secretarias de Estado, renunciando a la movilización popular como medio de conquista? ¿No habremos vuelto de nuevo a caer en el error garrafal de renunciar a promover, entre trabajadores y trabajadoras, la movilización y el poder popular; de hacerlos protagonistas y responsables de las Leyes y medidas del gobierno? ¿No habremos caído en la trampa de la diversidad? ¿No les faltó a los diputados y altos cargos, encerrados en sus despachos, el vínculo de unión con los sectores populares? Las izquierdas y los demócratas en general tendremos que enfrentar el riesgo claro de que millones de trabajadores, en su desesperación, desclasamiento y empobrecimiento familiar se vayan con VOX y el PP.  

El conflicto de Ucrania que es la guerra imperialista de EEUU, la OTAN y la UE contra el mundo no occidental, tampoco se ha sabido enfrentar por las autodenominadas fuerzas progresistas, ni por Unidas Podemos que aceptaron todas ellas junto con la derecha y ultraderecha, las mentiras mediáticas que protegían a Washington. Los hechos mandan sobre las palabras y lo cierto es que los ministros y superministros de Podemos+IU en un Gobierno de progreso, traicionaron la vieja consigna libertadora: OTAN NO, BASES FUERA. ¿Amnesia histórica?. Recordemos que el gran éxito de las movilizaciones de 1986, previas al Referendum sobre la entrada en la OTAN, celebrado el 12 de marzo de ese mismo año, unió en una sola lucha a toda el ala izquierda del PSOE (la parlamentaria -entonces todavía era el PCE- y la extraparlamentaria), lo que permitió la formación de la “Plataforma Cívica por la Salida de España de la OTAN” (25-enero-1986), de cuyo seno nació Izquierda Unida el 27 de abril de 1986. Cada cual juzgue lo que ha supuesto la deriva hacia el consentimiento servil a los Estados Unidos, de claudicación ante el militarismo norteamericano y la violación del primer principio de la mejor izquierda republicana que es la neutralidad y la defensa de la Soberanía Nacional. 

Ahora 37 años más tarde, Unidas Podemos, no ha sabido plantar cara a Pedro Sánchez partidario, con Josep Borrell, de esa guerra imperialista, que amenaza con alargarse, aumentando el nivel de destrucción mutua y el riesgo de que derive en un episodio nuclear. Unidas Podemos perdió la oportunidad de dar un carpetazo en la mesa del Consejo de Ministros, rechazando de plano el envío de armas para la guerra. Hubiera sido mil veces mejor volver al hemiciclo, quedando en libertad para, desde los escaños, llamar a la movilización popular, contra la guerra y negociando las leyes favorables a los trabajadores, pues el voto de Unidas Podemos, dada la aritmética parlamentaria, era imprescindible para sostener al Gobierno.  

Para colmo los asuntos de alta política que en parte determina la marcha de la Historia se han silenciado. Pedro Sánchez firmó un convenio semisecreto con la Embajada norteamericana y el Departamento de Estado, un pacto que no fue llevado al parlamento, y que arrodilla a España ante los Estados Unidos, dañando gravemente la Soberanía Nacional.

El 28 de mayo la mayoría de los electores españoles dijeron NO(!) al Gobierno de Coalición, sin ser muy conscientes de que eso significaba un SI(!) a la derecha y la ultraderecha. Para salir del caos que provocó el desastre electoral -que las encuestas negaron-, el títere Pedro Sánchez -asustado por sus augures- convoca precipitadamente elecciones generales para el 23 de julio, fulminado así la posibilidad de una reflexión autocrítica de IU y Podemos ante sus organizaciones y facilitando la entrada a ciegas en el sumidero de SUMAR, una operación inconsistente, verticalista y extraña que huele a poderes fácticos, donde el títere mayor impone su ordeno y mando. Todo parece indicar que los resultados que nos esperan en las Elecciones Generales podrían ser aún peores. 

La catástrofe del 28 de mayo tiene lugar en medio de una guerra imperialista de la OTAN, con el agravante de haber sido acatada, en sede parlamentaria, por todas las izquierdas sin excepción, bajo el lavado de cerebro de un poder mediático subordinado a unos Estados Unidos donde su gloriosa democracia se tambalea. 

El siniestro del 28 de mayo, tiene lugar en un mundo Unipolar insostenible frente al nuevo Orden mundial Multipolar emergente, cuya lectura en clave nacional española es el ascenso de la derecha (que para remate se llama Popular) y de una extrema derecha VOX (heredera fiel del franquismo), con el drama de que se llevarían una parte del voto de las clases trabajadoras para vergüenza de todas las izquierdas. Por lo visto el dueño del circo sigue siendo una incógnita para los más afamados politólogos.

Madrid, 06 de junio de 2023

José M. Torres, miembro de Podemos desde 2014 (sector crítico)

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One thought on “Dilemas de las izquierdas en España. Por qué los ciudadanos han dicho que NO

  • 16 de junio de 2023 en 11:17
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    Basta ya de llamar fascistas a los que no piensan como vosotros, y, mas autocritica . Porque el batacazo? Por mentir y mala gestión, por hacer lo que sea por mantenerse en el poder. Las luchas por los puestos de salida en las listas de izquierdas solo son por seguir viviendo de la política, nada mas.

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