Crece la indignación entre la militancia del PCE por las irregularidades de la Conferencia Política

Los 114 votos asignados a la ponencia por el grupo que encabeza Enrique Santiago y los 52 votos a las diferentes enmiendas a la totalidad son el falso resultado de una Conferencia Política celebrada en fraude de ley.

La indignación de la militancia y de una buena parte de la delegación a la Conferencia Política crece por momentos. Numerosas impugnaciones se vienen presentando ante la dirección del PCE desde este mismo fin de semana y continuarán aumentando en las próximas fechas.

En estas impugnaciones se denuncian las irregularidades que Hojas de Debate daba a conocer el 4 de octubre pasado, entre las que destacan la prohibición, antiestatutaria y contraria a los derechos fundamentales, a medio centenar de militantes que no han podido participar en el proceso conferencial por decisión de la Comisión Política del PCE; la exigencia de un enrevesado quórum para que las enmiendas a la totalidad pudieran prosperar en beneficio del documento del grupo de Enrique Santiago; la bochornosa prohibición de debatir las enmiendas y el documento oficial antes de las votaciones y mediante videoconferencia, decisión transgresora del elemental derecho de libertad de expresión y de participación política en el marco del centralismo democrático y la democracia interna recogidos en nuestros Estatutos; la imposibilidad de que los delegados y las delegadas pudieran votar a las distintas enmiendas a la totalidad presentadas, lo que ha favorecido la división de los votos de manera torticera para provecho del texto de la ponencia; la imposición de un Reglamento para la Conferencia Política elaborado por un órgano de la dirección que no tiene competencia para esta tarea, socavando las facultades del Comité Central y la inexistencia de un mecanismo de control en el desarrollo conferencial y en el recuento de los votos telemáticos que levantan la razonable sospecha de manipulación del escrutinio final.

Además, el complejo tutorial para la votación de ocho folios, próximo a un jeroglífico, han dificultado a los delegados de la llamada generación analógica a depositar un voto que coincida con exactitud a la intención real de estos votantes, lo que favorece no pocas equivocaciones. O sencillamente, ante tanta dificultad estos militantes reacios al mundo digital acaben por renunciar a votar de manera telemática.

A todo esto hemos de añadir las irregularidades que se observan en el Acta del escrutinio que se ha dado a conocer en la página oficial del PCE y que pone en evidencia las limitaciones e insuficiencias del programa telemático de votación y escrutinio. Para empezar, tenemos que indicar que este programa no ha permitido el voto en contra ni a la ponencia, ni a las enmiendas a la totalidad o a las enmiendas parciales ¿es democrática, por tanto, una votación en la que se les impida a los delegados votar en contra de la ponencia oficial y de cada una de las enmiendas? En el Acta de escrutinio llama la atención que respecto a todas las enmiendas a la totalidad y a todas las de carácter parcial aparecen tanto los votos a favor como las abstenciones que obtuvieron cada una de ellas. Sin embargo, en cuanto al texto de la ponencia sólo se refleja como «votos al documento final de la ponencia» el número 114, sin señalar si hubo o no abstenciones, ni la constancia de la columna “sí” y su “%” y la de “abst” y su “%” que aparecen en todas las demás enmiendas… ¡cosa rara!

Para colmo, la nota oficial que publica la página web del PCE señala que el documento de la ponencia obtuvo un respaldo del 76,32%. Curiosa aritmética para encubrir las graves anomalías del proceso conferencial. Si el número de delegados ascendió a 236 y participaron 210, siendo el número de votos que se dicen favorables a la ponencia de 114, el porcentaje de apoyo de entre los partícipes efectivos es del 54,3% y sobre el total de la delegación sería menor del 50% ¿de dónde se obtiene ese 76,32%?

Pero al margen de todas estas graves alteraciones a los principios del centralismo democrático y de la democracia interna que convierten a la Conferencia Política en un lamentable fraude de ley y entrando en el fondo del asunto, hay que señalar que la ponencia oficialista lo que intenta es modificar los acuerdos congresuales del XX Congreso del PCE de diciembre de 2017, rompiendo la legalidad partidaria. Y ello con el objetivo contrario al mandato congresual de abandonar el proceso en favor de la ruptura democrática y la proclamación de la República y apostar por la continuidad del actual régimen postfranquista, colocar al PCE en el armario de Podemos condenándolo al ostracismo y, finalmente, intentar someter al movimiento obrero y a las capas populares a las agresivas políticas económicas y sociales del neoliberalismo. El responsable de esta ignominia ha pasado de ser secretario general del PCE a mayordomo del jefe de Podemos.

Corresponsal de Madrid

Documentos de interés:

Formulario de impugnación de la Conferencia.

Reglamento de desarrollo de la Conferencia.

Acta de escrutinio de la Conferencia.

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