SARTRE, Jean-Paul

No figura en el Diccionario filosófico marxista · 1946

No figura en el Diccionario filosófico abreviado · 1959

Diccionario filosófico · 1965:411

Jean-Paul Sartre (nacido en 1905)

Filósofo y escritor francés. Es un representante del denominado
existencialismo “ateo”. Principales trabajos: El ser y la nada
(1943), El existencialismo es un humanismo (1947), Crítica de la razón
dialéctica (1960). Las concepciones de Sartre se han formado bajo la
influencia de Husserl y Heidegger. También existe cierto nexo entre
su filosofía y la doctrina de Kierkegaard; asimismo algo influyó sobre
Sartre el método del psicoanálisis de Freud. Son característicos de
su filosofía, el antropocentrismo y el subjetivismo. Sartre concibe
al hombre como “ser para sí”, del que se derivan tales formas del “ser
en sí” (es decir, del mundo objetivo) como espacio y tiempo, cantidad
y calidad, etc. De este modo, al mundo objetivo –que, según Sartre,
es irrazonable, determinado– se contrapone la actividad humana, que es
libre, no depende de leyes objetivas. Tal representación idealista de
la libertad (su esencia se halla expresada también en el principio:
“El hombre es lo que él hace de sí mismo”) figura en la base de la
ética de Sartre. En algunos de sus trabajos, Sartre emprende la
ilusoria tentativa de demostrar el existencialismo recurriendo a la
filosofía del marxismo. Sartre participó en la Resistencia francesa
durante los años de la segunda guerra mundial; lucha activamente
contra el renacimiento del fascismo, en defensa de la paz: es miembro
del Consejo Mundial de la Paz.

Diccionario de filosofía · 1984:383

Jean Paul Sartre (1905-1980)

Filósofo y escritor francés, cabeza del existencialismo ateísta
francés. Sus criterios filosóficos son contradictorios,
entrelazándose en ellos de modo peculiar las ideas de Kierkegaard,
Husserl y S. Freud. Al subrayar el carácter progresista de la
filosofía marxista, Sartre procuraba “completar” el marxismo poniendo
en su base la antropología y el psicoanálisis existencialistas. En
general, la concepción de Sartre es ecléctica. Se caracteriza por la
búsqueda del camino medio entre el idealismo y el materialismo y el
intento de superar estas dos doctrinas. Partiendo de la idea
fundamental del existencialismo –“la existencia precede a la
esencia”–, Sartre formula su “ontología fenomenológica” sobre la
contraposición radical entre el ser y la conciencia. El divorcio
entre el ser y la conciencia conduce a Sartre al dualismo. Sartre
llama dialéctica a su concepción, pero convierte la dialéctica en
método de fundamentación del indeterminismo. Su dialéctica es
totalmente negativa, se expulsa por completo de la naturaleza y sólo
se circunscribe al campo de la conciencia. En ética, Sartre sostiene
las posiciones de la subjetividad pura. La principal categoría de la
moral es la libertad, que, siendo estudiada sobre la base de la
conciencia individual, aparece como esencia de la conducta humana,
como fuente de la actividad y única posibilidad de la existencia del
hombre. Sartre niega los principios y criterios objetivos de la moral
y la determinación objetiva del comportamiento del hombre. Cada
hombre “se ve obligado a diseñar” a sí mismo y elegir su propia moral.
En la Crítica de la razón dialéctica (1960), Sartre trata de superar
el carácter subjetivista de su concepción y formular una nueva teoría
de las relaciones sociales y el desarrollo histórico, pero,
desplazando a segundo plano las estructuras económicas y sociales
objetivas y partiendo de la acción humana individual y de su lógica,
sustituye el análisis socio-histórico con el antropológico. La
creación literaria de Sartre está ligada estrechamente con sus
criterios filosóficos. La posición socio-política de Sartre padece de
inconsecuencia. Participó en la Resistencia, criticó con crudeza los
vicios de la sociedad capitalista, luchó enérgicamente por la paz y la
democracia, en apoyo al movimiento de liberación nacional y contra la
agresión de EE.UU. a Vietnam. En los últimos años, Sartre se
inclinaba al movimiento ultraizquierdista. Obras principales: La
imaginación (1936), Lo imaginario (1940), El ser y la nada (1943), El
existencialismo es un humanismo (1946), Situaciones (6 tomos,
1947-64).

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