¡Atención guripas!
Estamos en pleno rearme y preparación psicobelicista para una guerra generalizada. Como diría el poeta “La espada se anuncia con vivo reflejo”.
Nos conviene realizar un voluntarioso ejercicio de lectura y comprensión de una buena cantidad de textos que ilustran sobradamente sobre los peligros que nos acechan la mera supervivencia.
a) Comenzando por explicar el rearme en la UE y en la OTAN partiendo del nuevo concepto estratégico de la OTAN formulado en Madrid a finales de junio de 2022. Esta nueva agenda del brazo armado del imperialismo señala que «Invertir en la OTAN es la mejor manera de garantizar el vínculo duradero entre los aliados europeos y norteamericanos, al tiempo que contribuye a la paz y la estabilidad mundiales.»
La OTAN pasa a ser el valedor universal y único gendarme del orden social capitalista en el mundo, con disposición a intervenir y cortar, dentro y fuera de sus fronteras, cualquier proceso de emancipación territorial, política, económica o social. Y para esta tarea han convenido en el pasado encuentro de Madrid emplear «instrumentos militares y no militares». El rearme se produce, en primer lugar, por la incorporación de novedosas tareas. También mediante la incorporación de nuevos países. La OTAN no ha dejado de expandirse. En 1949 con doce miembros fundadores, la OTAN creció al incluir a Grecia y Turquía en 1952, Alemania Occidental en 1955, y más tarde España en 1982. En 1999, Polonia, Hungría y la República Checa se incorporan a la organización y poco más tarde se unen Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia. Después Albania y Croacia en 2009. En 2017, accedió Montenegro y Macedonia del Norte en 2020. La última adhesión ocurrió en 2023, con la adhesión de Finlandia.
El rearme queda patente asimismo con el incremento de personal militar adscrito a la organización militar del imperialismo. Como consecuencia del Nuevo Concepto Estratégico, la OTAN pasó a disponer de más de 300.000 soldados altamente preparados frente a los 40.000 que disponía a principios de 2020.
En la misma línea hay que destacar las maniobras militares actuales “Steadfeast Defender 2024” en las que participan 90.000 soldados de los 31 aliados más Suecia, cuyo ingreso está pendiente del visto bueno del Parlamento húngaro. Más de 50 buques, desde portaaviones hasta destructores, así como más de 80 cazas, helicópteros y aviones no tripulados y al menos 1.100 vehículos de combate, incluidos 133 tanques y 533 vehículos de combate de infantería, participan en estas maniobras.
Finalmente, en cuanto a la financiación del actual rearme, en la Cumbre de Gales de septiembre de 2014, Barack Obama exigió a sus socios europeos un aumento del gasto militar hasta alcanzar 2% del PIB, lo que supone un incremento de 85.000 millones de euros. Desde 2021 el gasto militar de la Alianza ha pasado de 1,16 billones de dólares a 1,26 billones en 2023. El aumento en los dos últimos años asciende a 100.000 millones de euros.
b) Esta movilización de pensamiento y obra tiene su referencia vinculada al incremento del gasto militar en España que se explicita en el texto “La actual carrera armamentista en España” con el mantenimiento de 20 operaciones militares en el exterior, seis bajo la promoción de la UE, dos de la ONU, ocho de la OTAN y cuatro por propia iniciativa, habiendo participado en más de una centena desde la década de los 80 hasta la fecha, con un gasto de más de 20.000 millones de euros. La previsión del Ministerio de Defensa es que el capítulo de inversiones hasta el 2029 aumente en un 208%. El presupuesto de Defensa ha crecido un 116% desde 2013, y las inversiones se han incrementado un 1.110% en el mismo periodo. Según El Confidencial España se quita el complejo: más inversión en defensa para dejar atrás “la edad de la inocencia”. Destaca, por ejemplo, la convocatoria reciente de la Subdelegación de Defensa en Salamanca de casi 4.000 plazas para militares de Tropa y Marinería.
c) El pensamiento belicista se apoya en estentóreas declaraciones de altos cargos militares de la OTAN. Así, el presidente del Comité Militar de la OTAN, Rob Bauer, afirma que «Los países de la Alianza deben estar en alerta roja ante la guerra y esperar lo inesperado… Para que sea plenamente eficaz, también en el futuro, necesitamos una transformación bélica de la OTAN… Militarmente, hay muchos más pasos que dar para llegar a donde queremos estar para nuestra defensa colectiva». Es decir, rearme militar.
El general Sir Patrick Sanders, jefe de Personal del ejército británico, ha declarado que el Reino Unido debería “entrenar y equipar a un ejército de ciudadanos” en el caso de un conflicto directo con Rusia. Esta general estima que el Reino Unido podría tener en tres años una fuerza suplementaria de 120.000 efectivos, a añadir a los 172.400 soldados y reservistas del ejército. Su intervención en la Conferencia Internacional de Vehículos Blindados en Twickenham ha provocado un debate sobre la necesidad de preparar y movilizar a la población civil ante un conflicto bélico. Sanders «compara la situación en Ucrania con las guerras de 1914 y 1937 e insiste en que sólo los “ejércitos ciudadanos” podrán derrotar el ataque que se avecina contra el modo de vida de Occidente» advirtiendo a «los ciudadanos del Reino Unido que estén preparados para una guerra de la magnitud de los grandes conflictos del siglo XX, y que ellos mismos podrían tener que movilizarse.» Por su parte, el secretario de Estado de las Fuerzas Armadas James Heappey ha asegurado que haría falta una fuerza combinada de 500.000 efectivos entre soldados y civiles para poder ganar una guerra.
d) Y ésta es la conexión entre el rearme y la guerra generalizada.
– La hegemonía de EEUU absoluta con la caída del bloque socialista europeo en 1991 se encuentra en la actualidad en peligro por el auge de nuevas potencias como China y Rusia principalmente, citadas en el nuevo concepto estratégico de la OTAN en su reunión ultima de Madrid.
– El peligro de EE.UU. de pasar de un mundo unipolar a un mundo multipolar.
– Conclusión preocupante: El imperialismo necesita de la guerra para mantener un mundo unipolar y EEUU recuperar la hegemonía que está perdiendo por varias décadas. Para eso necesita un proceso de rearme generalizado con el sometimiento de los gobiernos europeos y las políticas de sanciones. Las guerras de Ucrania y Oriente Medio son el primer paso para una guerra generalizada, destacando China como principal enemigo a batir.
Y esta es la explicación que en su momento nos ofreció Lenin y que continúa siendo válida y necesaria para hacer frente a esta situación amenazadora:
«El imperialismo es la fase superior del desarrollo del capitalismo, fase a la que sólo ha llegado en el siglo XX. El capitalismo comenzó a sentirse limitado dentro del marco de los viejos Estados nacionales, sin la formación de los cuales no habría podido derrocar al feudalismo. El capitalismo ha llevado la concentración a tal punto, que ramas enteras de la industria se encuentran en manos de asociaciones patronales, trusts, corporaciones de capitalistas multimillonarios, y casi todo el globo terrestre está repartido entre estos “potentados del capital”, bien en forma de colonias o bien envolviendo a los países extranjeros en las tupidas redes de la explotación financiera. La libertad de comercio y la libre competencia han sido sustituidas por la tendencia al monopolio, a la conquista de tierras para realizar en ellas inversiones de capital y llevarse sus materias primas, etc. De liberador de naciones, como lo fue en su lucha contra el feudalismo, el capitalismo se ha convertido, en su fase imperialista, en el más grande opresor de naciones. El capitalismo, que conllevó factores de progreso en otros tiempos, junto a nuevas contradicciones sociales y conflictos, se ha vuelto reaccionario; ha desarrollado las fuerzas productivas a tal extremo, que a la humanidad no le queda otro camino que pasar al socialismo, o bien sufrir durante años, e incluso durante decenios, la lucha armada de las “grandes” potencias por el mantenimiento artificial del capitalismo mediante las colonias, los monopolios, los privilegios y todo género de artimañas sobre las que se sostiene la opresión nacional.»