Parar las agresiones de Israel contra el pueblo palestino

Israel está atacando intencionalmente recintos civiles densamente poblados, escuelas, hospitales, edificios públicos y los sistemas de electricidad y agua de Gaza. Fuente: PalestinaLibre.org  12.05.21

Cualquier pretendida equidistancia entre el colonizado y el colonizador no es sino una forma vergonzante de complicidad con los crímenes de éste.

La situación en Jerusalén y en los territorios palestinos ocupados se agrava por días. Prosigue y se amplifica la política de limpieza étnica en Jerusalén-Este, la destrucción de viviendas en el barrio de Silwan y las expulsiones de familias palestinas de sus casas en el de Sheij Jarrah para sustituirlas por colonos. Las manifestaciones del pueblo palestino para resistir a estos atropellos son violentamente reprimidas.

La semana pasada, bandas de fascistas y supremacistas israelíes desfilaron por las calles de Jerusalén-Este gritando «¡Muerte a los árabes!» y agrediendo físicamente a la población palestina con total impunidad.

Tras proceder al cierre de una parte de Jerusalén, impidiendo a la población palestina acceder a sus lugares de culto durante el mes de Ramadán, el ejército israelí ha penetrado repetidamente en la Explanada de las Mezquitas y asaltado la Mezquita Al Aqsa, provocando graves enfrentamientos, arrojando un diluvio de bombas ensordecedoras y de gas y disparando balas metálicas forradas de caucho. Cientos de personas han resultado heridas desde el 7 de mayo.

El pueblo palestino resiste. Se moviliza en Cisjordania, en Gaza y en Israel y sufre una intensa represión que se ha cobrado ya decenas de víctimas mortales en la franja de Gaza y en Israel, parte de ellas niños.

Varios países se han manifestado contra estos actos de provocación y de agresión. Por el contrario, la UE y los gobiernos europeos han alternado el silencio y la equiparación del ocupado y el ocupante. El Consejo de Seguridad de la ONU se ha mostrado incapaz de tomar una decisión en su reunión del pasado día 10 de mayo.

Nuestro gobierno debe asumir sus responsabilidades. Debe reaccionar con firmeza, condenar sin equívocos la anexión rampante de Cisjordania por parte de Israel, su política de vaciado de Jerusalén-Este de sus habitantes palestinos y la extrema violencia que ejerce contra el pueblo palestino.

Una política creíble que garantice los derechos del pueblo palestino exige actuaciones firmes:

• La adopción de sanciones contra Israel.

• El apoyo a la Corte Penal Internacional en su misión de investigación sobre los crímenes cometidos en territorio palestino ocupado desde junio de 2014.

• La suspensión de todos los acuerdos comerciales, militares y de seguridad con Israel, incluido particularmente el acuerdo de asociación de la Unión Europea con este Estado.

La desposesión del pueblo palestino, la Nakba, continúa bajo nuestros ojos. Toda persona respetuosa del derecho internacional y de los derechos humanos universales debe movilizarse en apoyo a la resistencia del pueblo palestino.

Comentario de Hojas de Debate:

La declaración del Sr. Borrell, en su calidad de representante de la política exterior europea, lavándose las manos, en el más estricto sentido de la expresión, ante la matanza que está perpetrando el ejército de Israel contra el pueblo palestino, no puede provocar más que indignación y vergüenza. ¿Qué sentido tiene el cargo que ocupa ante semejante confesión de inutilidad y de absoluta sumisión a los patronos estadunidenses del Imperio? ¿Cómo hay que calificar el papel de toda la institución de la que forma parte el Sr. Borrell sino como el de cómplice por omisión (en el mejor de los casos) de la política de los dirigentes sionistas? ¿Dónde queda el activismo (igualmente cómplice del imperialismo) que muestra la UE contra todo pueblo y Estado que defiendan con dignidad su soberanía, como sucede, por ejemplo, con la Venezuela bolivariana?

El «argumento» supuestamente justificativo, que invoca la prensa europea, de la «incomodidad» de Alemania y de Europa, por su responsabilidad en el Holocausto nazi-fascista contra su población judía, que limitaría su capacidad de adoptar una actitud clara, firme y avalada con hechos, contra esa política criminal, es de todo punto inaceptable y repugna a cualquier humanismo. Y ofende, en primer lugar, a la memoria de los millones de víctimas del Holocausto, crimen mayúsculo e imprescriptible que indirectamente contribuyen a banalizar los que, contra la población palestina, cometen ahora, como tantas veces antes, quienes no tienen ningún título que les permita monopolizar esa memoria que manchan y contra la que con sus actitudes objetivamente atentan.

Redacción

Fuente: Collectif pour une paix juste et durable entre Palestiniens et Israéliens (Colectivo por una Paz Justa y Duradera entre Palestinos e Israelíes), comunicado publicado el 11 de mayo de 2021. Traducción y adaptación: Hojas de Debate. El colectivo que suscribe este comunicado se compone de varias decenas de organizaciones francesas: sindicatos (CGT, FSU, Solidaires, UNEF), partidos políticos (PCF, NPA, PG, PCOF, EELV…) y organizaciones cívicas de distinta índole (de Trabajadores Magrebíes de Francia, de Solidaridad con Palestina, Movimiento de la Paz, Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos, ATTAC, Asociación Francia Palestina Solidaridad, Colectivo de los Musulmanes de Francia, Unión Judía Francesa por la Paz, etc.)

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