La lucha del movimiento social contra el proyecto Cuna del Alma

Este movimiento y otros relacionados con la defensa de los derechos sociales, así como de los servicios públicos, deben confluir bajo la necesaria idea del “movimiento de movimientos”.

Fue en el año 2004 cuando surgió Asamblea por Tenerife (ApT), hasta ahora el más importante movimiento, que lo fue tanto por su capacidad movilizadora como por su intento de ser un “movimiento de movimientos”, aunque terminó frustrándose al no conseguir consolidarse, tanto por contradicciones políticas, el oportunismo electoralista entre ellas, como en cuanto al necesario nivel organizativo, incidiendo en ello toda una serie de factores que vale la pena tener en cuenta. Sobre todo para no repetir errores cuya conjuración llevaría a que los nuevos movimientos sociales puedan superar contradicciones y alcanzar un nivel organizativo con el que redoblar su eficacia. Tendremos que volver próximamente sobre esta cuestión para analizarla en profundidad.

Las condiciones que impulsaron la constitución de ApT surgieron a partir del año 2002 con las movilizaciones populares de oposición a una serie de proyectos de grandes infraestructuras que estaban en el horizonte, el más inmediato la instalación de un tendido eléctrico de la empresa privada Unelco´-Endesa que afectaría a cuatro espacios naturales, así como los anunciados de la construcción del Puerto de Granadilla, el cierre del anillo insular, la construcción de la segunda pista del Aeropuerto Tenerife Sur, los Planes Generales de Ordenación Urbana,….todo un conjunto de actuaciones contrarias al desarrollo sostenible y a favor de la especulación, la corrupción y la destrucción medioambiental en un escenario de agudización de las desigualdades sociales y deterioro de los servicios públicos por la dilapidación de ingentes cantidades de dinero público en los referidos macroproyectos.

El proyecto que, desde hace más de cuatro meses, impulsa ahora la movilización es un macroproyecto turístico de lujo de 650.000 metros cuadrados en el sur de Tenerife, en el pueblo pesquero del Puertito de Adeje. La obra, paralizada por un grupo de jóvenes que lleva tres meses en una acampada de protesta en dicha zona, cuenta con una inversión de capital belga inicial de 350 millones de euros y consiste en edificar 420 chalets de lujo. No cabe duda sobre el impacto ambiental del proyecto Cuna del Alma. Esta obra, plagada de irregularidades y defectos administrativos, en sus inicios ha dañado el patrimonio arqueológico y amenaza con mayores daños al estar planteada entre una Zona de Especial Conservación (ZEC) y un Sitio de Interés Científico (SIC).

La valentía de la resistencia en Cuna del Alma

Recientemente, la movilización había conseguido paralizar un hotel en la Playa de La Tejita, así como el puerto comercial de Fonsalía, que amenazaba al único santuario de ballenas de Europa. La lucha que se está dando ahora en torno al proyecto de Cuna del Alma está desencadenando respuestas agresivas por parte de la empresa constructora y sus grupos privados de seguridad, hasta el punto de motivar una mayor repercusión mediática, sobre todo en redes sociales, con la consiguiente respuesta solidaria de apoyo al grupo de valientes activistas que ha llevado el protagonismo de la resistencia.

Expresión de dicho apoyo solidario y del incremento del movimiento popular ha sido una importante concentración frente a un hotel en el que, con motivo del Día Mundial del Turismo, se celebraba un acto del Gobierno de Canarias. La intervención en la concentración de una de las activistas lo decía todo: «Lo sentimos, pero aún no nos hemos acostumbrado a los desahucios a familias vulnerables, a las muertes en urgencias por la falta de personal médico, a las clases abarrotadas de alumnos en infraestructuras descuidadas, a los trabajos de esclavitud por salarios de miseria y a los incontables expolios del patrimonio natural y cultural de las islas», denunciaba el texto leído, así como que  «el paro juvenil en Canarias es el primero de España y el más grande de Europa». Señalando además, «sabemos que el trabajo que nos da su modelo (turístico) es de miseria y nos empuja a ser exiliados económicos para trabajar por cuatro duros en los países ricos; y más importante, sabemos que la verdadera riqueza que sostiene nuestras vidas no está en las cuentas bancarias de ningún inversor nacional o internacional, sino en la tierra que habitamos y nos sostiene, y en el trabajo de las personas que aquí viven».

concentración ante acto del Gobierno de Canarias por el Día Mundial del Turismo

Con todo ello se está demostrando de nuevo la posibilidad de enfrentar el efecto destructivo del capital, tanto sobre el medio ambiente de las islas como sobre la vida de la clase trabajadora y capas populares. De nuevo frente a una burguesía canaria, intermediaria del capital internacional y frente a las instituciones públicas canarias que se posicionan sin ningún rubor a su servicio, al servicio del actual modelo de explotación de turismo masivo. Modelo que está basado a su vez en la sobreexplotación de la fuerza de trabajo y en la precariedad laboral.

¡Canarias no se vende, Canarias se defiende!

Como señalaba al principio, la eclosión de una conciencia fuerte de esta situación se remonta a dos décadas hacia atrás con las luchas masivas citadas en defensa del territorio, conectadas a su vez con las condiciones de trabajo y de vida de la clase trabajadora y de otras capas populares. Igual que entonces, surgen ahora distintos movimientos sociales, como este de Cuna del Alma y otros relacionados con los derechos sociales, como las pensiones, la vivienda y la atención a la dependencia, así como, con los servicios  públicos, sanitarios, educativos y de servicios sociales, pudiendo plantearse confluir todos ellos, en todas y cada una de las islas de nuestro archipiélago, bajo la necesaria idea del “movimiento de movimientos” que es a lo que se está apuntando por parte de los colectivos promotores del recién constituido Movimiento Popular 15S.

Eso sí, debiendo aplicar las enseñanzas que nos dejó el proceso de Asamblea por Tenerife, así como del 15M y también de las Marchas de la Dignidad sobre las que he escrito en ocasiones anteriores. Para que no pase lo mismo, evitando que el oportunismo electoralista las termine anulando.

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