Habiba

Los niños y las niñas de Palestina asesinadas por el genocidio sionista no son un número: ¡tienen nombre y tienen historia!

Aquí está Habiba, 8 años, de Gaza City una niña preciosa y dulce con un bonito pelo pelirrojo y la cara más bonita de todo el mundo.

Habiba está en tercero y es la niña más lista de la clase. Puede resolver una ecuación matemática en pocos segundos y nunca se ha equivocado en ningún examen en sus tres años de colegio. Siempre tiene las notas más altas de la clase. Su maestra ha dicho que es una de las niñas más guapas y más listas que ha conocido.

Es educada y tranquila y ha recibido mucho de su nombre que significa “la muy querida”; solo lo pueden ver los que la han querido.

Es como una princesa y le llamará sin duda la atención cuando la vea en una fiesta o una ceremonia: su ropa, su maquillaje y su pelo está peinado de tal manera que uno siente que está viendo una dulce princesa.

Su amor por su madre, su padre y su único hermano, Omar, no tiene límites; ella nos abraza a todas horas, tiene que abrazarte para expresar su amor. Es una niña muy, muy, muy buena.

En muchas ocasiones vi cómo, al ser agredida por un niño o niña, contestaba: “Eso no está bien, no utilices estas palabras malas” y nunca contestaba de manera desagradable.

Adora los bebés: cogerlos, abrazarlos y cantarles.

El sueño de Habiba es ser médico y yo la estaba preparando para entrar en el consejo infantil palestino. Durante la situación de emergencia por la Covid-19, participó conmigo en muchas reuniones por zoom con socios internacionales en todo el mundo. Oyó hablar mucho de derechos humanos, de los derechos de los niños y de leyes internacionales. Le encantaban estas conversaciones y tenía mucho interés en hacer lo que yo hago y transmitir a todo el mundo información acerca de los niños en Gaza.

Su sueño era hablar muy bien en inglés para poder informar al mundo sobre las noticias y la situación de Gaza. Con el corazón partido y las manos temblando escribo hoy para decir que “Habiba es la noticia”.

La guerra empezó…. Habiba era una niña muy sensible y su pequeño cuerpo temblaba sin cesar debido a los sonidos de los bombardeos y los cohetes. El séptimo día, Habiba, a diferencia de los días anteriores, estaba tranquila y decía que oía una voz que decía “no tengas miedo”. Me preguntó si yo la oía también; me sorprendió, pero no hice nada al respecto.

Entonces cogió sus pinturas y sus pinceles. Por primera vez se cepilló el pelo y utilizando los pinceles de colores dijo: “soy una artista”. Dibujó una televisión con noticias de la guerra y la bandera palestina.

Una hora más tarde Habiba murió en un ataque brutal contra nuestra casa, sin motivo: solo tenía en las manos un pincel de colores, no un arma, era una niña con muchos sueños.

Han matado sus sueños y me han privado del disfrute de mi preciosa luna “Habiba”. Trabajé durante más de 7 años en el Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR), una de las organizaciones de derechos humanos más importantes en los Territorios Palestinos Ocupados, pidiendo y creyendo en los derechos humanos, y hoy les pido que paren todo esto.

Habiba se ha ido, y con ella parte de mi corazón: no quiero que más madres tengan que vivir lo que yo he vivido.

Fuente: Asociación Al-Quds

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